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jueves, 12 de diciembre de 2019

Herta Müller Todo lo que tengo lo llevo conmigo. (Fragmento).  





Rumania, finales de la II Guerra Mundial. De las conversaciones con su compatriota y amigo el poeta Oskar Pastior (1927-2006) y con otros supervivientes, Herta Müller reunió el material con el que después escribió esta gran novela. Así, basándose en la historia profundamente individual de un hombre joven, consigue narrar un capítulo todavía casi desconocido de la historia europea y visualizarlo en imágenes inolvidables. La autora ha logrado plasmar la persecución sufrida por los alemanes rumanos en tiempos de Stalin centrándose en la historia de un solo individuo.
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Herta Müller (Nitchidorf, Timis, Rumania, 17 de agosto de 1953) es una novelista, poetisa y ensayista rumano-alemana. Su obra trata fundamentalmente de las condiciones de vida en Rumanía durante la dictadura de Ceaucescu. Ha sido galardonada con numerosos premios, entre ellos el Premio Nobel de Literatura de 2009.
Herta nació el 17 de agosto de 1953 en Nitchidorf, Banat, un lugar germanohablante de la región de Timisoara, en Rumania. Su familia pertenece a una minoría alemana, los llamados Suabos del Danubio, que llevan varios siglos asentados en esa región. Su abuelo era granjero y comerciante, y había sido expropiado bajo el régimen comunista rumano. Su padre, Josef Müller, que se ganaba la vida como camionero, fue formado como nazi y sirvió durante la II Guerra Mundial en las Waffen-SS. Su madre, Katharina Müller, fue deportada a la Unión Soviética en 1945, donde pasó cinco años en un campo de trabajo realizando `trabajos de reparación`. Muchos de los hombres y de las mujeres del pueblo en el que se crió Herta compartieron el mismo destino que sus padres. Según cuenta la propia Herta Müller, sus padres quedaron muy deteriorados tras las experiencias vividas durante la guerra y después de ella, no hablaban mucho de su pasado y ella creció rodeada de silencio y de tabúes.
A los 15 años se fue a hacer el bachillerato a la ciudad de Timisoara, a 30 kilómetros de su pueblo natal. Allí tuvo que aprender rumano, lo que le hizo tomar conciencia de pertenecer a una minoría. Entre 1973 y 1976, después de terminar el bachillerato, estudió filología germánica y rumana en la Universidad del Oeste de Timisoara. En esta época acudía a las reuniones del Aktionsgruppe Banat o Grupo de Acción del Banato, una tertulia de escritores idealistas rumano-alemanes, entre los que se encontraba Richard Wagner, su futuro marido. Este grupo se había fundado en 1972 con el poema conjunto “Engagement”, que todos los miembros habían firmado a modo de manifiesto en el que llamaban al lector a ser políticamente comprometido. El grupo fue disuelto en 1976 por la Securitate, la policía secreta del régimen comunista rumano. Los autores se volvieron a reunir en el círculo literario Adam Müller-Guttembrunn de Timisoara, en el que Herta Müller era la única mujer.
El primer empleo que consiguió Herta Müller tras terminar sus estudios fue como traductora técnica entre 1977 y 1979 en la fábrica de maquinaria Tehnometal.
Herta Müller fue despedida de la fábrica. A partir de ese momento, comenzaron las amenazas y los interrogatorios por parte de la Securitate. Durante los siguientes meses y años, Herta Müller trató de ganarse la vida dando clases particulares de alemán a niños rumanos. En 1987 consiguió el permiso para marcharse de Rumanía y se fue a Alemania Occidental con su marido -el novelista Richard Wagner- y su madre. A pesar de hallarse en otro país, ella asegura que la Securitate no dejó de intimidarla. En 1989, un amigo suyo, Roland Kirsch, que había asistido a las reuniones del círculo literario de Timisoara y con el que se escribía, apareció muerto en circunstancias que nunca fueron aclaradas.
En los años posteriores a su llegada a Alemania, Herta Müller realizó lectorados en diferentes universidades alemanas y de otros países (universidades de Paderborn, Warwick, Hamburgo, Bochum, Carlisle (Pensilvania), Swansea, Gainsville (Florida), Kassel, Tubinga, Zúrich, Leipzig y Universidad Libre de Berlín). Actualmente vive en Berlín. Es miembro de la Academia Alemana de Oratoria y Literatura de Darmstadt desde 1995. En 1997 abandonó el PEN Club como forma de protesta por la decisión de reunir las asociaciones de Alemania del Este y del Oeste tras la caída del muro de Berlín. Durante todos estos años siguió denunciando las acciones del servicio secreto rumano en varios artículos y conferencias. En julio de 2008 criticó en una carta abierta al presidente del Instituto Cultural Rumano de Berlín por invitar a dos ex-informadores de la Securitate a un evento cultural. El 8 de octubre de 2009, se anunció que había ganado el Premio Nobel de Literatura, que reconocía su capacidad para describir «con la concentración de la poesía y la franqueza de la prosa, el paisaje de los desposeídos»


Recopilador:Dr. Enrico Pugliatti.

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Herta Müller




Todo lo que tengo lo llevo conmigo



Traducción del alemán de
Rosa Pilar Blanco












Nuevos Tiempos Ediciones Siruela
















Título original: Atemschaukel
En cubierta: Bird flying over barbed wire,
foto de © Walt Seng / Workbook Stock / Getty Images
Diseño gráfico: Gloria Gauger
© 2009 Carl Hanser Verlag München
© De la traducción, Rosa Pilar Blanco
© Ediciones Siruela, S. A., 2010
c/ Almagro 25, ppal. dcha.

Printed and made in Spain



Papel 100% procedente de bosques bien gestionados


Índice






Todo lo que tengo lo llevo conmigo (6)
Sobre hacer la maleta (7)
Armuelle (16)
Cemento (23)
Las mujeres de la cal (27)
Sociedad intérlope (28)
Madera y algodón (32)
Tiempos emocionantes (34)
Sobre los viajes (37)
Sobre las personas severas (40)
Unagotadesuertedemás para Irma Pfeifer (42)
Álamos negros (44)
Pañuelo y ratones (47)
Sobre la pala del corazón (51)
Sobre el ángel del hambre (53)
Aguardiente de hulla (57)
Zepelín (58)
Sobre los dolores fantasmas del reloj de cuco (61)
Imaginaria-Kati (63)
El crimen del pan (66)
La Madona de la Media Luna (71)
Del pan propio al pan de mejilla (74)
Sobre el carbón (76)
Cómo se alargan los segundos (78)
Sobre la arena amarilla (79)
Los rusos también tienen sus recursos (81)
Sobre los abetos (83)
10 rublos (85)
Sobre el ángel del hambre (88)
Los secretos latinos (89)
Bloques de escoria (94)
El frasco crédulo y el frasco escéptico (96)
Sobre el envenenamiento por luz diurna (100)
Cada turno es una obra de arte (102)
Cuando canta un cisne (103)
Sobre la escoria (104)
La bufanda de seda burdeos (108)
Sobre las sustancias químicas (110)
Quién ha cambiado el país (114)
El hombre-patata (116)
Cielo abajo tierra arriba (121)
Sobre las variantes del tedio (123)
Hermano sustituto (128)
En el espacio en blanco bajo la línea (130)
La cuerda de Minkowski (131)
Perros negros (133)
Total, una cucharada más o menos... (134)
Un día mi ángel del hambre fue abogado (135)
Tengo un plan (137)
El beso de hojalata (138)
Así eran las cosas (140)
Liebre blanca (141)
Nostalgia. Como si la necesitase (142)
Un momento de lucidez (146)
La ligereza del heno (147)
Sobre la suerte del campo (149)
Se vive. Pero sólo una vez (152)
Algún día llegaré al pavimento elegante (155)
Profundas como el silencio (160)
El paralizado (161)
Tienes una niña en Viena (164)
El bastón (169)
Cuadernos rayados (171)
Soy todavía el piano (173)
Sobre los tesoros (178)

Epílogo (181)










Todo lo que tengo lo llevo conmigo


Sobre hacer la maleta





Todo lo que tengo lo llevo conmigo.
O: todo lo mío lo llevo conmigo.
He llevado todo lo que tenía. No era mío. Era o algo destinado a otras finalidades o de otra persona. La maleta de piel de cerdo era la caja de un gramófono. El guardapolvo era de mi padre. El abrigo de vestir con el ribete de terciopelo en el cuello, del abuelo. Los bombachos, de mi tío Edwin. Las polainas de cuero, del señor Carp, el vecino. Los guantes de lana verdes, de mi tía Fini. Sólo la bufanda de seda de color burdeos y el neceser eran míos, regalos de las últimas navidades.
En enero de 1945 la guerra continuaba. Temiendo que en pleno invierno los rusos me obligasen a ir quién sabe dónde, todos quisieron darme algo que quizá tuviera utilidad, aunque ya no sirviese de nada. Porque en el mundo nada servía. Como yo figuraba irremisiblemente en la lista de los rusos, todos me dieron algo y se reservaron su opinión. Y yo lo acepté, y a mis diecisiete años pensé que la partida venía en el momento adecuado. No debería ser la lista de los rusos, pero si las cosas no salen muy mal, será incluso buena para mí. Yo quería marcharme de ese dedal de ciudad donde hasta las piedras tenían ojos. En lugar de miedo sentía una oculta impaciencia. Y mala conciencia, porque la lista que desesperaba a mis allegados era para mí una circunstancia aceptable. Ellos temían que me sucediera algo lejos. Yo quería ir a un lugar que no me conociera.
A mí ya me había sucedido algo. Algo prohibido. Era extraño, sucio, vergonzoso y hermoso. Sucedió en el Erlenpark, muy al fondo, al otro lado de la colina de hierba. De regreso a casa me dirigí al centro del parque, al templete redondo donde tocaban las orquestas los días festivos. Me quedé un rato sentado dentro. La luz pasaba a través de la madera finamente tallada. Vi el miedo de los círculos vacíos, cuadrados y trapecios, unidos por arabescos blancos con garras. Era la muestra de mi confusión y del espanto que reflejaba el rostro de mi madre. En ese pabellón me juré a mí mismo: Jamás volveré a este parque.
Cuanto más me alejaba, más deprisa regresaba: a los dos días. A la cita, así lo llamaban en el parque.
Fui a la segunda cita con el mismo hombre de la primera. Se llamaba LA GOLONDRINA. El segundo fue uno nuevo, apelado EL ABETO. El tercero se llamaba LA OREJA. Después vino EL HILO. Luego, LA OROPÉNDOLA y LA GORRA. Más tarde LA LIEBRE, EL GATO, LA GAVIOTA. Después, LA PERLA. Sólo nosotros sabíamos a quién pertenecía cada apelativo. En el parque se practicaba un intercambio desenfrenado, y yo dejaba que me pasaran de uno a otro. Era verano y los abedules tenían la piel blanca; en la maleza de jazmines y saúcos crecía una pared verde de follaje impenetrable.
El amor tiene sus estaciones. El otoño ponía fin al parque. Los árboles se quedaban desnudos. Las citas se trasladaban, junto con nosotros, a los baños Neptuno. Junto a la puerta de hierro colgaba su emblema ovalado con el cisne. Cada semana me encontraba con uno que me doblaba la edad. Era rumano. Estaba casado. No diré cómo se llamaba, ni tampoco cómo me llamaba yo. Acudíamos a diferentes horas; la cajera en la vidriera emplomada de su cubículo, el brillante suelo de piedra, la redonda columna central, los azulejos de la pared decorados con nenúfares, las escaleras de madera tallada no podían concebir la idea de que habíamos quedado. Íbamos a la piscina a nadar con los demás. Sólo nos encontrábamos en la sauna.
Por aquel entonces, poco antes del campo de trabajo y también después de mi regreso hasta 1968, cuando abandoné el país, me habrían condenado a pena de cárcel por cada cita. Cinco años como mínimo, si me hubieran pillado. A algunos los pillaron. Los llevaban directamente del parque o del baño público a la cárcel, tras unos interrogatorios brutales. Y de allí al campo de castigo emplazado junto al canal. Del canal no se volvía, hoy lo sé. Quien a pesar de todo regresaba lo hacía convertido en un cadáver ambulante. Envejecido y aniquilado, perdido ya para el amor en el mundo.
Y mientras estuve en el campo de trabajo…, si me hubieran pillado, me habría costado la vida.
Tras los cinco años en el campo de trabajo vagabundeaba día tras día por las tumultuosas calles ensayando mentalmente las mejores frases por si me detenían: SORPRENDIDO EN FLAGRANTE DELITO... Preparé mil excusas y coartadas contra este veredicto de culpabilidad. Llevo un equipaje de silencio. Me he rodeado de un silencio tan hondo y duradero que nunca acierto a abrirme con las palabras. Cuando hablo, solamente me cierro de otra manera.
En el último verano de citas, para alargar el retorno a casa desde el Erlenpark, entré por casualidad en la iglesia de la Santísima Trinidad de Grosser Ring. Esta casualidad desempeñó el papel del destino. Vi el tiempo venidero. Junto al altar lateral, sobre una columna, estaba el santo con una capa gris y una oveja sobre los hombros a modo de cuello de la capa. Esa oveja sobre los hombros es el silencio. Hay cosas de las que no se habla. Pero sé de qué hablo cuando digo que el silencio en los hombros es distinto al silencio en la boca. Antes, durante y después de mi etapa en el campo de trabajo, a lo largo de veinticinco años, he vivido atemorizado por el Estado y la familia. Por la doble desgracia que supone que el Estado me encierre por delincuente y la familia me excluya por ser una deshonra. En medio del tráfago de las calles me miré en el espejo de los escaparates, en las ventanas de tranvías y edificios, en fuentes y charcos, preguntándome, incrédulo, si no sería transparente.
Mi padre era profesor de dibujo. Y yo, con los baños Neptuno en la cabeza, daba un respingo, como si me propinaran una patada, cuando él utilizaba la palabra ACUARELA. Esa palabra sabía lo lejos que yo había ido ya. Mi madre decía en la mesa: No pinches la patata con el tenedor, se deshace, utiliza la cuchara, el tenedor se usa para la carne. Me latían las sienes. Por qué habla de carne cuando se trata de una patata y un tenedor. De qué carne habla. Las citas me habían vuelto la carne del revés. Yo era mi propio ladrón, las palabras se abatían de improviso y me atrapaban.
Mi madre, y sobre todo mi padre, igual que todos los alemanes de esa pequeña ciudad, creían en la belleza de las trenzas rubias y los calcetines blancos hasta la rodilla. En el cuadrado negro del bigote de Hitler y en nosotros, los sajones de Siebenbürgen, como raza aria. Mi secreto, considerado de manera puramente física, era la máxima atrocidad. Con un rumano, además, implicaba una profanación de la raza.
Yo quería alejarme de la familia, aunque fuera para ir a un campo de trabajo. Sólo me daba pena mi madre, que ignoraba lo poco que me conocía. Que cuando me haya ido pensará más en mí que en ella.
Además del santo con la oveja del silencio sobre los hombros, vi en la iglesia la hornacina blanca con la inscripción: EL CIELO PONE EN MARCHA EL TIEMPO. Mientras hacía la maleta, pensaba: La hornacina blanca ha surtido efecto. El tiempo ya se ha puesto en marcha. También me alegraba no tener que ir a la guerra, a la nieve del frente. Comencé a preparar la maleta con docilidad y una valentía estúpida. No me defendí contra nada. Polainas de cuero con cordoncitos, pantalón bombacho, abrigo con ribete de terciopelo..., nada de eso me pegaba. Lo importante era que el tiempo ya se había puesto en marcha, no la ropa. Con esas prendas o con otras te haces adulto de todos modos. El mundo no es un baile de disfraces, pensaba, pero nadie que tenga que viajar a Rusia en lo más crudo del invierno es ridículo.
Una patrulla de dos policías, uno rumano y otro ruso, iba con la lista de casa en casa. Ya no recuerdo si la patrulla mencionó en nuestra casa las palabras CAMPO DE TRABAJO. Y si no, qué otra palabra además de RUSIA. Si lo hizo, las palabras campo de trabajo no me asustaron. A pesar de que estábamos en guerra y del silencio de mis citas sobre los hombros, a mis diecisiete años aun vivía una infancia muy ingenua. Las palabras acuarela y carne me afectaban. Pero mí cerebro estaba sordo para la expresión CAMPO DE TRABAJO.
Por entonces, estando a la mesa con las patatas y el tenedor, cuando mi madre me sorprendió con la palabra carne, recordé también que siendo niño, mientras jugaba abajo en el patio, mi madre me gritó desde la ventana de la galería: Como no subas inmediatamente a la mesa, como tenga que llamarte otra vez, puedes quedarte dónde estás. Y como continué abajo un rato más, cuando subí me dijo: Ahora puedes hacer la mochila y salir a correr mundo y hacer lo que se te antoje. Al mismo tiempo me arrastró a la habitación, cogió la pequeña mochila y embutió dentro mi gorra de lana y la chaqueta. Pero adónde voy a ir, si soy tu hijo, le pregunté.
Mucha gente piensa que hacer la maleta es cuestión de entrenamiento, que lo aprendes espontáneamente como cantar o rezar. Nosotros no teníamos entrenamiento y tampoco maleta. Cuando mi padre tuvo que marchar al frente con los soldados rumanos, no hubo nada que empaquetar. En cuanto soldado, te lo dan todo, forma parte del uniforme. Aparte de para marcharse y para protegerse del frío, no sabíamos para qué hacíamos el equipaje. No tienes lo adecuado, improvisas. Lo erróneo se convierte en necesario. Lo necesario es lo único adecuado, sólo porque se tiene.
Mi madre trajo el gramófono del cuarto de estar y lo colocó sobre la mesa de la cocina. Con ayuda del destornillador convertí la caja del gramófono en una maleta. Desmonté primero el dispositivo giratorio y el plato. Después tapé con un corcho el agujero donde encajaba el manubrio. El forro quedó dentro, terciopelo rojizo. Tampoco desmonté la placa triangular HIS MASTERS VOICE con el perro delante de la bocina. En el fondo de la maleta coloqué cuatro libros: Fausto, encuadernado en tela, Zaratustra, el delgado Weinheber y la antología poética de ocho siglos. Ni una sola novela, porque ésas sólo se leen una vez y basta. Sobre los libros puse el neceser, que contenía: 1 frasco de colonia, 1 frasco de loción de afeitar TARR, 1 jabón de afeitar, 1 maquinilla de afeitar, 1 brocha, 1 piedra de alumbre, 1 pastilla de jabón, 1 tijera de uñas. Junto al neceser coloqué 1 par de calcetines cortos de lana (marrones, ya zurcidos), 1 par de calcetines hasta la rodilla, 1 camisa de franela a cuadros blancos y rojos, 2 calzoncillos cortos de reps. Arriba del todo puse la bufanda nueva de seda para que no se aplastara. Era de color burdeos con cuadros en el mismo tono, a veces satinados, otras mate. Con eso la maleta quedó llena.
Después el hatillo: 1 colcha del diván (de lana, a cuadros azul claro y blancos, un envoltorio gigantesco, pero que no abrigaba). Y enrollado dentro: 1 guardapolvo (cheviot blanco y negro, ya muy usado) y 1 par de polainas de cuero (antiquísimas, de la Primera Guerra Mundial, de color amarillo melón con pequeñas correas).
Después la bolsa de comida con: 1 lata de jamón en conserva marca Scandia, 4 bocadillos, unas galletas que habían sobrado de Navidad, 1 cantimplora con vaso llena de agua.
Después mi abuela colocó cerca de la puerta la maleta del gramófono, el hatillo y la bolsa con la comida. Los dos policías habían comunicado que vendrían a buscarme a medianoche. El equipaje estaba preparado junto a la puerta.
Después me vestí: 1 calzoncillo largo, 1 camisa de franela (a cuadros beige y verdes), 1 pantalón bombacho (gris, del tío Edwin, como ya he dicho), 1 chaleco de paño con mangas de punto, 1 par de calcetines cortos de lana y 1 par de bokantschen, fuertes botas de invierno. Tenía a mano los calcetines verdes de la tía Fini, encima de la mesa. Me até las botas, y mientras lo hacía caí en la cuenta de que años atrás, durante las vacaciones de verano en el Wench, mi madre se puso un traje marinero confeccionado por ella misma. En mitad del paseo por un prado se dejó caer entre la hierba alta y se hizo la muerta. Yo tenía entonces ocho años. Qué susto, el cielo cayó sobre la hierba. Cerré los ojos para no ver cómo se me tragaba. Mi madre se levantó de un salto, me sacudió y dijo: Cuánto me quieres, aún estoy viva.
Ya me había atado las botas. Me senté a la mesa y esperé la medianoche. Y la medianoche llegó, pero la patrulla se retrasaba. Transcurrieron tres horas más, eso era casi imposible de aguantar. Por fin llegaron. Mi madre me sostuvo el abrigo con el ribete de terciopelo en el cuello. Me lo puse. Ella lloraba. Me enfundé los guantes verdes. En el pasillo de madera, justo al lado del contador del gas, la abuela dijo: SÉ QUE VOLVERÁS.
No retuve esa frase en la memoria deliberadamente. Me la llevé al campo de trabajo sin darme cuenta. No tenía ni idea de que me acompañaba. Pero una frase así es libre. Ella actuó en mi interior más que todos los libros que me llevé. SÉ QUE VOLVERÁS se convirtió en cómplice de la pala del corazón y en adversario del ángel del hambre. Yo, que he regresado, puedo decirlo: Una frase así te mantiene con vida.
Eran las tres de la madrugada del 15 de enero de 1945 cuando la patrulla vino a por mí. El frío encogía, estábamos a -15 °C. Atravesamos la ciudad vacía en el camión con toldo hacia el pabellón. Era el salón de celebraciones de los sajones. Y ahora el campo de agrupamiento. En el pabellón se apiñaban unas trescientas personas. Sobre el suelo se veían colchones y sacos de paja. Durante toda la noche llegaron coches, también de los pueblos circundantes, y descargaron a la gente recogida. Al amanecer eran casi quinientos. Esa noche fue imposible contar, no se tenía una visión de conjunto. La luz del pabellón permaneció encendida todo el tiempo. La gente iba de un lado a otro en busca de conocidos. Decían que en la estación habían reclutado a carpinteros que ahora se dedicaban a clavetear catres de madera verde en vagones de ganado. Otros artesanos montaban estufas de hierro en los trenes. Otros serraban agujeros en el suelo para que sirvieran de retrete. Se hablaba bajo y mucho con los ojos abiertos como platos, y se lloraba bajo y mucho con los ojos cerrados. El aire olía a lana vieja, al sudor del miedo y a carne grasienta asada, a pastas de vainilla y aguardiente. Una mujer se quitó el pañuelo. Seguro que era de pueblo, llevaba la trenza doblada dos veces en la parte posterior de la cabeza y prendida en medio de ésta con una peineta semicircular de asta. Los dientes de la peineta desaparecían en el pelo, de su borde arqueado sólo asomaban dos esquinas como orejitas puntiagudas. Con las orejas y la gruesa trenza, la cabeza parecía por detrás un gato sentado. Yo estaba sentado como un espectador entre gente de pie y montones de equipaje. Durante unos minutos se apoderó de mí el sueño y soñé:
Mi madre y yo estamos en el cementerio ante una tumba reciente. Encima de ella, en el centro, la mitad de alta que yo, crece una planta de hojas peludas. En su tallo hay un folículo con un asa de cuero, una maleta pequeña. El folículo está abierto un dedo, acolchado por dentro con terciopelo rojizo. No sabemos quién ha muerto. Mi madre dice: Coge la tiza del bolsillo del abrigo. Pero si no tengo ninguna. Cuando meto la mano en el bolsillo, encuentro un trozo de jaboncillo de sastre. Mi madre dice: Tenemos que escribir un nombre corto en la maleta. Escribamos CEYA, nadie que conozcamos se llama así. Yo escribo YACE.
En el sueño comprendí con claridad que estaba muerto, pero no me apetecía decírselo a mi madre. Me desperté sobresaltado, porque un hombre mayor con un paraguas se sentó a mi lado en el saco de paja y dijo muy cerca de mi oído: Mi cuñado quiere venir, pero el pabellón está vigilado por los cuatro costados y no le dejan pasar. Todavía estamos en la ciudad y él no puede venir aquí ni yo ir a casa. En cada botón de plata de su chaqueta volaba un pájaro, un pato salvaje o más bien un albatros. Porque, cuando me incliné hacia delante, la cruz del escudo que llevaba en el pecho se transformó en un ancla. El paraguas estaba como un bastón entre él y yo. ¿Lo llevará con usted?, pregunté. Allí nieva todavía más que aquí, contestó.
No nos habían dicho cuándo y cómo teníamos que salir del pabellón hacia la estación. Cuándo podríamos, diría yo, porque quería partir de una vez hacia Rusia aunque fuera en el vagón de ganado con la caja del gramófono y el ribete de terciopelo en el cuello. Ya no sé cómo llegamos a la estación. Los vagones de ganado eran altos. También he olvidado el proceso de la subida, porque viajamos tantos días y tantas noches en el vagón de ganado que parecía que siempre habíamos estado dentro. Tampoco sé ya durante cuánto tiempo viajamos. Yo pensaba que viajar mucho tiempo significaba viajar lejos. Mientras viajemos, no puede pasarnos nada. Mientras viajemos, todo irá bien.
Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, con el equipaje en la cabecera del catre. Hablar y callar, comer y dormir. Circulaban las botellas de aguardiente. Cuando viajar se había convertido ya en una costumbre, comenzaron aquí y allá los intentos de caricias. Uno miraba con un ojo y apartaba el otro.
Yo iba sentado al lado de Trudi Pelikan y dije: Me siento igual que en la excursión a los Cárpatos para esquiar en la cabaña del lago Balea, donde un alud se tragó a media clase del instituto. A nosotros no puede sucedemos eso, repuso ella, no hemos traído equipo de esquí. Con una caja de gramófono se puede cabalgar, cabalgar, a través del día a través de la noche a través del día, conocerás a Rilke, dijo Trudi Pelikan con su abrigo de corte acampanado con puños de piel hasta los codos. Puños de piel marrón como dos medios perritos. A veces Trudi Pelikan se metía las manos cruzadas en las mangas, y los dos medios perritos se convertían en un perrito entero. Por aquel entonces yo todavía no había visto la estepa, pues de lo contrario habría pensado en ardillas de tierra. Trudi Pelikan olía todavía a melocotones calientes, incluso su boca, incluso el tercer y el cuarto día en el vagón de ganado. Estaba sentada con su abrigo igual que una dama en el tranvía de camino a la oficina y me contó que durante cuatro días se había ocultado en un agujero excavado en el suelo del jardín vecino, detrás del cobertizo. Pero nevó, y las pisadas entre la casa, el cobertizo y el agujero en el suelo quedaron a la vista. Su madre ya no podía llevarle la comida a escondidas. Se veían las huellas por todo el jardín. La nieve la delató, tuvo que abandonar voluntariamente su escondrijo, voluntariamente obligada por la nieve. Nunca se lo perdonaré a la nieve, dijo. No se puede imitar la nieve recién caída, no se puede arreglar la nieve para que parezca intacta. Se puede arreglar la tierra, dijo, y la arena, e incluso la hierba, si uno se esfuerza. Y el agua se arregla por sí sola, porque se lo traga todo y se vuelve a cerrar enseguida una vez que ha tragado. Y el aire siempre está arreglado porque es invisible. Todos, salvo la nieve, habrían callado, dijoTrudi Pelikan. Añadió que una buena nevada era la principal culpable. Que cayó precisamente en la ciudad, como si supiera dónde estaba, como si estuviera en su casa. Pero que se puso inmediatamente al servicio de los rusos. Estoy aquí porque me ha delatado la nieve, concluyó Trudi Pelikan.
El tren viajó doce días o catorce, incontables horas, sin detenerse. Después se detuvo incontables horas, sin viajar. No sabíamos dónde nos encontrábamos en ese momento. Excepto cuando uno de las literas de arriba logró leer el letrero de una estación a través de la ranura de la ventanilla abatible: BUZAU. La estufa de hierro retumbaba en el centro del vagón. Las botellas de aguardiente pasaban de mano en mano. Todos estaban achispados, algunos por la bebida, otros por la incertidumbre. O por ambas cosas a la vez.
Te pasaba por la cabeza lo que podían entrañar las palabras DEPORTADO POR LOS RUSOS, pero eso no afectaba a tu estado de ánimo. Sólo pueden llevarnos al paredón cuando lleguemos, aún estamos de viaje. Que no nos hubieran llevado al paredón y fusilado hacía mucho, tal como sabíamos por la propaganda nazi de nuestra tierra, nos volvía casi despreocupados. En el vagón de ganado los hombres aprendieron a beber al buen tuntún. Las mujeres aprendieron a cantar al buen tuntún:

En el bosque florece el torvisco
La zanja aún tiene nieve
Y la cartita que me has escrito
Esa cartita, mucho me duele.

Siempre la misma canción, hasta que ya no sabías si de verdad cantaban o no, porque cantaba el aire. La canción se agitaba en tu mente y se adaptaba a la marcha: un blues de vagón de ganado y una canción kilométrica del tiempo puesto en marcha. Fue la canción más larga de mi vida, las mujeres la cantaron durante cinco años, contagiándole la nostalgia que todos nosotros padecíamos. La puerta del vagón estaba precintada por fuera. Fue abierta cuatro veces, una puerta corrediza sobre ruedas. Todavía estábamos en territorio rumano cuando en dos ocasiones arrojaron al interior del vagón media cabra despellejada serrada a lo largo. Estaba congelada y cayó al suelo con estrépito. La primera cabra la utilizamos como combustible. Tras trocearla, la quemamos. Estaba tan flaca que ni siquiera apestó, ardió bien. Con la segunda circuló la palabra PASTRAMI, carne secada al aire. También quemamos nuestra segunda cabra y reímos. Estaba tan tiesa y lívida como la primera, una osamenta espantosa. Reímos demasiado pronto, fuimos tan arrogantes como para despreciar a las dos caritativas cabras rumanas.
La familiaridad creció conforme transcurría el tiempo. En ese espacio reducido sucedían acontecimientos banales, sentarse, levantarse. Rebuscar en la maleta, vaciar, llenar. Ir al agujero del retrete, detrás de dos mantas colgadas. Cada banalidad acarreaba otra. En un vagón de ganado toda individualidad se atrofia. Uno está más entre otros que consigo mismo. No eran necesarias las deferencias. Había un apoyo mutuo, como en casa. A lo mejor sólo hablo de mí cuando hoy relato esto. A lo mejor ni siquiera de mí. A lo mejor la estrechez del vagón de ganado me amansaba, porque de todos modos deseaba marcharme y aún conservaba bastante comida en la maleta. No intuíamos con qué rapidez se abatiría sobre nosotros el hambre salvaje. Con cuánta frecuencia, en los cinco años venideros, nos asemejaríamos, cuando nos visitara el ángel del hambre, a esas tiesas y lívidas cabras. Y con cuánta frecuencia las lloraríamos.
La noche rusa se abatió sobre nosotros, Rumania había quedado atrás. Durante una parada de horas sentimos fuertes sacudidas. En los ejes de los vagones adaptaban las ruedas al mayor ancho de vía ruso, al ancho de la estepa. En el exterior, tanta nieve iluminaba la noche. Esa noche hicimos la tercera parada en campo abierto. Los centinelas rusos gritaron UBÓRNAYA. Todas las puertas de los vagones se abrieron. Caímos dando traspiés unos detrás de otros al terreno nevado situado a un nivel inferior y nos hundimos hasta las rodillas. Comprendimos, sin entender, que Ubórnaya significaba hacer nuestras necesidades todos juntos. Arriba, muy arriba, la luna redonda. Ante nuestros rostros, el aliento volaba blanco y brillante como la nieve bajo los pies. A nuestro alrededor, las ametralladoras listas para disparar. Y ahora: abajo los pantalones.
Qué situación tan embarazosa, tan vergonzosa para todo el mundo. Por suerte, ese territorio nevado estaba tan sólo con nosotros, nadie miraba cuando nos obligaron a hacer lo mismo tan cerca unos de otros. Yo no necesitaba ir al baño, pero me bajé los pantalones y me puse en cuclillas. Qué malvado y silencioso era ese territorio nocturno, cómo nos ridiculizaba al hacer nuestras necesidades. A mi izquierda, Trudi Pelikan se remangó el abrigo acampanado hasta los sobacos y se bajó los pantalones hasta los tobillos, se oyó el siseo entre sus zapatos. A mis espaldas Paul Gast, el abogado, gemía al apretar, y cómo gruñían los intestinos de su mujer, la señora Heidrun Gast, a causa de la diarrea. A nuestro alrededor el cálido vapor pestilente se congeló al instante brillando en el aire. Ese territorio nevado nos propinó, una cura de caballo haciendo que nos sintiéramos solos con nuestros culos al aire en medio de los ruidos del bajo vientre. Qué mezquinos se tornaron nuestros intestinos en esa situación solidaria.
A lo mejor esa noche no crecí yo de repente, sino el miedo, en mi interior. A lo mejor la solidaridad sólo cobra realidad de ese modo. Porque todos, todos sin excepción, nos situamos para hacer nuestras necesidades automáticamente con la cara hacia el terraplén de la vía. Todos teníamos la luna a la espalda, ya no apartamos los ojos de la puerta abierta del vagón de ganado, dependíamos de ella como si fuese la puerta de una habitación. Nos embargaba ya el miedo loco a que la puerta se cerrase y el tren partiese sin nosotros.
Uno gritó en medio de la vasta noche: He aquí al pueblo sajón cagando, todos juntos. Cuando todo hace aguas, no son sólo aguas menores. A todos vosotros os gusta vivir, ¿verdad? Soltó una risa hueca, metálica. Todos se apartaron un poco de él. Entonces tuvo sitio, se inclinó ante nosotros como un actor y repitió con tono alto y solemne: A todos vosotros os gusta vivir, ¿verdad?
En su voz resonó un eco. Algunos empezaron a llorar, el aire estaba vidrioso. Su rostro se había sumergido en la locura. La saliva había cristalizado en su chaqueta. Entonces vi el emblema en el pecho, era el hombre de los botones de albatros. Estaba completamente solo y sollozaba con voz infantil. Junto a él sólo había quedado la nieve emporcada. Y detrás de él, el mundo helado con la luna como una radiografía.
La locomotora soltó un pitido ahogado. El UUUH más bajo que he oído jamás. Todos nos apresuramos hacia la puerta. Subimos y continuamos el viaje.

Al hombre también lo habría reconocido sin el emblema. Nunca lo vi en el campo de trabajo.

viernes, 27 de febrero de 2015

Tristan Tzara.

Tristan Tzara o Izara es el seudónimo del poeta y ensayista Samuel Rosenstock (Rumania, 1896 - Francia, 1963).
Vivió casi toda su vida en Francia y fue uno de los autores más importantes del movimiento Dada, que fundó junto con Jean Arp y Hugo Ball, una corriente revolucionaria en literatura que anticipó las actitudes del surrealismo.

El movimiento dadaísta se originó en Zúrich, durante la I Guerra Mundial, Tzara escribió los primeros textos Dadá, así como los manifiestos del movimiento. En París organizó, con sus compañeros de movimiento, espectáculos callejeros plenos de absurdismo para `escandalizar a la burguesía`, y dio un poderoso impulso a la escena dadaísta. Hacia fines de 1929 se embarcó en el recién inaugurado movimiento surrealista de André Breton, Louis Aragon y otros autores, dedicó grandes esfuerzos a intentar conciliar las doctrinas filosóficas nihilistas y sofisticadas del movimiento con su propia afiliación marxista. Participó activamente en el desarrollo de los métodos de escritura automática, entre ellos el collage y el cadáver exquisito.

Durante la II Guerra Mundial se incorporó a la resistencia francesa, tras obtener la ciudadanía en 1947, se afilió al Partido Comunista Francés. Su militancia se extendería hasta 1956, cuando, tras la invasión de Hungría por las tropas soviéticas para apagar la revuelta popular, se apartó del partido. Su obra de la época es característicamente compleja, aunque más convencional que en su juventud.

Murió en diciembre de 1963 en París, y fue enterrado en el cementerio de Montparnasse.
Fuente: N.N.

***

Zurich, 1916. En plena guerra mundial, las oscuras callejuelas y ruidosos tugurios de esta ciudad suiza acogen a una nutrida flota de refugiados políticos, agentes secretos, jóvenes objetores renuentes a marchar al frente, artistas, literatos y poetas exiliados. Entre todos ellos, un grupo de amigos encabezados por el rumano Tristan Tzara da a conocer el movimiento Dada en una serie de manifiestos. Su lugar de reunión es el mítico cabaret Voltaire, en el número 1 de la Spielgasse, frente al domicilio de Lenin y Krupskaia. Tzara , Arp y Shwitters , entre otros, juegan al ajedrez con el revolucionario ruso por la tarde, y por la noche se entregan a la rebelión espiritual contra una sociedad responsable de haber transformado Europa en una inmensa carnicería. Tal vez ningún otro movimiento espiritual haya pretendido renovar el arte y la literatura desde unos presupuestos tan radicales y subversivos como los que alientan en cada uno de estos siete manifiestos .

Fuente: N.N.

(Fragmento del libro Siete Manifiestos Dada).
Manifiesto del señor Antipirina
DADÁ es nuestra intensidad: que erige las bayonetas sin
consecuencia la cabeza sumatral del bebé alemán; DADÁ es la
vida sin pantuflas ni paralelos; que está en contra y a favor de la
unidad y decididamente contra el futuro; sabemos sensatamente
que nuestros cerebros se convertirán en cojines blancuzcos, que
nuestro antidogmatismo es tan exclusivista como el funcionario
y que no somos libres y gritamos libertad; necesidad severa sin
disciplina ni moral y escupamos sobre la humanidad.
DADÁ permanece dentro del marco de las debilidades europeas,
es una cochinada como todas, pero de ahora en adelante
queremos zurrarnos en diversos colores para ornar el jadrín
zoológico del arte de todas las banderas de los consulados.
Nosotros somos directores de circo y chiflamos entre los vientos
de las ferias, por entre los conventos, prostituciones, teatros,
realidades, sentimientos, restaurantes, uy, jojo, bang, bang.
Nosotros declaramos que el coche es un sentimiento que nos ha
mimado más de lo suficiente en las lentitudes de sus
abstracciones, como los transatlánticos, los ruidos y las ideas.
Sin embargo, nosotros exteriorizamos la facilidad, buscamos la
esencia central y nos sentimos contentos si podemos ocultarla;
no queremos contar las ventanas de la élite maravillosa, pues
DADÁ no existe para nadie y queremos que todo el mundo
entienda eso. Es ahí, se los aseguro, donde está el balcón de
5
Dadá. Desde donde uno puede oír las marchas militares y
descender cortando el aire como un serafín en un baño popular,
para mear y comprender la parábola.
DADÁ no es locura, ni sabiduría, ni ironía, mírame, gentil
burgués.
El arte era un juego color de avellana, los niños armaban las
palabras que tienen repique al final, luego lloraban y gritaban la
estrofa, y le ponían las botitas de las muñecas, y la estrofa se
volvió reina para morir un poco y la reina se convirtió en ballena
y los niños corrían y se quedaron sin cena.
Y luego vinieron los grandes embajadores del sentimiento,
quienes exclamaron históricamente a coro:
Psicología Psicología jiji
Ciencia Ciencia Ciencia
Viva Francia
No somos naïf
Somos sucesivos
Somos exclusivos
No somos simples
y sabemos bien discutir de la inteligencia.
Pero Nosotros, DADÁ, no compartimos su opinión, pues el arte
no es cosa seria, se los aseguro, y si mostramos el crimen para
doctamente decir ventilador, es para halagarles, queridos
oyentes, los amo tanto, se los aseguro, los adoro.

miércoles, 16 de abril de 2014

Paul Celan


 Paul Celan (Cernauti, Rumanía, 23 de noviembre de 1920 - París, 20 de abril de 1970) fue un poeta alemán de origen judío rumano y habla alemana, considerado por la crítica el más grande lírico en alemán de la segunda posguerra. Su nombre era Paul Pésaj Antschel o Ancel (Celan es anagrama de Ancel, su apellido en rumano), judío asquenazí, nacido en Czernowitz (o Cernovitsi o Cernauti), en la región de Bucovina, entonces parte de Rumanía. La ciudad, que dependía del Imperio austrohúngaro hasta la Primera Guerra Mundial, fue anexionada por la Unión Soviética y se encuentra en nuestros días en Ucrania bajo el nombre de Chernivtsi. En total, su obra poética, compuesta entre 1938 y 1970, abarca unos 800 poemas. Su estética, influida por el surrealismo, rica en imágenes bíblicas y de difícil traducción, especialmente en su última época, expresa el sentimiento existencial de lo absurdo de la vida moderna y la imposibilidad de la comunicación, y se enfrenta con angustia a la paradoja de expresar la agonía judía en la lengua del exterminador. Al fin de su vida, sus versos se vuelven cada vez más crípticos, quebrados y monosilábicos, comparándose en cierto sentido a la música de Anton Webern. Toda su obra sostiene un diálogo intelectual implacable con la obra de varios filósofos como Martin Heidegger, Walter Benjamin y Theodor Adorno, autor éste último de la famosa frase según la cual no es posible escribir poesía después de Auschwitz. Adorno, aunque se interesó por su obra, no le prestó la atención que el poeta esperaba. Se suicidó arrojándose al río Sena desde el puente Mirabeau (París) en la noche del 19-20 de abril de 1970.
Fuente:N.N.


A M A P O L A  Y  M E M O R I A
[MOHN UND  GEDÄCHTNIS!
(1952)
LA A R E N A DE LAS URNAS
UNA CANCIÓN EN EL DESIERTO

Se trenzó una corona de negruzca fronda en la región de Acra:
allí revolví el caballo peceño y acometí hacia la muerte con la espada.
También bebí en cuencos de madera la ceniza de los pozos de Acra
y al encuentro partí de las ruinas del cielo con la visera bajada.
Pues muertos están los ángeles y ciego quedóse el Señor en la región de Acra,
y no hay ninguno que me cuide en el sueño a los que aquí entraron al reposo.
Molida a golpes quedó la luna, la florecilla de la región de Acra:
así florecen las que imitan a los espinos, las manos con anillos mohosos.
Así tengo pues que encorvarme al final para el beso cuando oran en Acra...
¡Oh, mala fue la malla de la noche, la sangre gotea a través de las hebillas!
Así llegué a ser para aquella su hermano risueño, el férreo querube de Acra.
Así pronuncio el nombre todavía y aún siento el incendio en las mejillas.
DE NOCHE, por la fiebre de Dios, tu cuerpo es moreno:
con mi boca sobre tus mejillas antorchas blando.
No sea mecido aquel a quien nana no cantaron.
Hacia ti he ido yo llena de nieve mi mano,
DER SAND AUS DEN URNEN
EIN LIED IN DER WÜSTE /// Ein Kranz ward gewunden aus schwärzlichem Laub in der Gegend
von Akra: / dort riß ich den Rappen herum und stach nach dem Tod mit dem Degen. / Auch trank
ich aus hölzernen Schalen die Asche der Brunnen von Akra / und zog mir gefülltem Visier den
Trümmern der Himmel entgegen. // Denn tot sind die Engel und blind ward der Herr in der Gegend
von Akra, / und keiner ist, der mir betreue im Schlaf die zur Ruhe hier gingen. / Zuschandcn gehaun
ward der Mond, das Blümlein der Gegend von Akra: / so blühn, die den Dornen es gleichtun, die
Hände mit rostigen Ringen. // So muß ich zum Kuß mich wohl bücken zuletzt, wenn sie beten in
Akra... / O schlecht war die Brünne der Nacht, es sickert das Blut durch die Spangen! / So ward ich
ihr lächelnder Bruder, der eiserne Cherub von Akra. / So Sprech ich den Namen noch aus und fühl
noch den Brand auf den Wangen.
NACHTS ist dein Leib von Gottes Fieber braun: /mein Mund schwingt Fackeln über deinen Wangen.
/ Nicht sei gewiegt, dem sie kein Schlaflicd sangen. / Die Hand voll Schnee, bin ich zu dir gegangen,//
4 7
A M A P O L A Y MEMORIA

EN VANO pintas corazones en la ventana:
el duque del silencio,
abajo,' cn el patio del castillo, enrola soldados.
Su estandarte iza cn el árbol - una hoja que se le vuelve azul cuando otoñea;
los tallos de la melancolía los reparte a la tropa y las flores del tiempo;
con pájaros en el cabello se dirige a deponer las espadas.
F.n vano pintas corazones cn la ventana: hay un dios entre las huestes,
envuelto cn el capote que antaño cayó de tus hombros, por la escalera, cuando
[era noche,
antaño cuando el castillo estaba en llamas, cuando tal los hombres dijiste:
[amada...
lil no conoce el capote y no invocó la estrella y sigue aquella hoja que va delante
[en vilo.
'Oh tallo', cree oír, 'oh flor del tiempo'.
MARIANNF.
Sin lilas, tu cabello, tu cara, cristal de espejo.
De ojo en ojo pasa la nube, como Sodoma hacia Babel:
como fronda destroza la torre y brama cn redor del zarzal de azufre.
//und ungewiß, wie deine Augen blaun / im Stundcnrund. (Der Mond von einst war runder.) /
VcTschlucli/i in leeren Zelten ist das Wunder. / vereist das Krüglcin Traums - was tuts? // Gedenk:
ein schwärzlich Bl.nt hing im Holunder - / das schöne Zeichen für den Hcchcr Bluts.
UMSONST malst du Herzen ans Fenster: / der Herzog der Stille / wirbt unten im Schloßhol Solda-
ten. / Sein Banner hißt er im Baum - ein Blatt, das ihm blaut, wenn es herbstet; / die Halme der
Schwermut verteilt er im Heer und die Blumen der Zeit; / mit Vögeln im Haar geht er hin zu
versenken die Schwerter. // Umsonst malst du Herzen ans Fenster: ein Gott ist unter den Scharen, /
gehüllt in den Mantel, der einst von den Schultern dir sank auf der Treppe, zur Nachtzeit, / einst,
als in Flammen das Schloß stand, als du sprachst wie die Menschen: Geliebte... / Er kennt nicht den
Mantel und rief nicht den Stern an und folgt jenem Blatt, das vorausschwebt. / 'O Halm', vermeint
er zu hören, 'o Blume der Zeit*.
MAKIANNK /// l'licdcrlos ist dein Haar, dein Antlitz aus Spiegelglas. / Von Auge zu Aug zieht die
Wolke, wie Sodom nach Babel: / wie Blattwerk zerpflückt sie den Turm und tobt um das Schwefel-
gestriiueh. //
4 8
c indeciso, como tus ojos azules van siendo
cn la ronda de las horas. (La luna de antaño era más redonda.)
En tiendas vacías el milagro su fin solloza,
el cántaro de los sueños está helado - ¿que nos atañe?
Piensa: del saúco colgaba negruzca una hoja -
el bello signo para la copa de sangre.

LA A R E N A DE L A S U R N A S
Entonces te brinca un relámpago en torno a la boca - esa cañada con los restos
[del violín.
¡Con niveos dientes alguien mueve el arco: Oh más bellas se oyeron las cañas!
Amada, también tú eres la caña y nosotros la lluvia;
un vino sin par tu cuerpo y nosotros copeamos los diez;
una barca en el cereal tu corazón, la bogamos noche adelante;
un cantarito de cielo, así retozas ligera sobre nosotros que dormimos...
Delante de la tienda desfila la centuria y entre copas te llevamos al sepulcro.
Entonces tintinea sobre las losas del mundo el duro tálero de los sueños.
LUZ DE SEBO
Los monjes con dedos vellosos abrieron el libro: septiembre.
Jasón lanza ahora nieve sobre la siembra nacida.
Un collar de manos te dio el bosque, así avanzas muerta sobre la cuerda.
Un azul más oscuro se asigna a tu cabello y yo hablo de amor.
Conchas hablo y ligero nublado y una barca brota bajo la lluvia.
Un potro pequeño galopa sobre los dedos hojeadores -
Negro se abre el portal de pronto, yo canto:
¿Cómo vivíamos aquí?
LA MANO LLENA DE HORAS, así viniste a mí - yo dije:
tu cabello no es castaño.
Así lo alzaste leve a la balanza de la pena, más pesado era entonces que yo...
//Dann zuckt dir ein Blitz um den Mund - jene Schlucht mit den Resten der Geige. / Mit schneeigen
Zähnen rührt einer den Bogen: O schöner tönte das Schild // Geliebte, auch du bist das Schilf und
wir alle der Regen; / ein Wein ohnegleichen dein Leib, und wir bechern zu zehnt; / ein Kahn im
Getreide dein Herz, wir rudern ihn nachrwärts; / ein Krüglein Bläue, so hüpfest du leicht über uns,
und wir schlafen... // Vorm Zelt zieht die Hundertschaft auf, und wir tragen dich zechend zu
Grabe. / Nun klingt auf den Fliesen der Welt der harte Taler der Träume.
TALGLICHT// Die Mönche mit haarigen Fingern schlugen das Buch auf: September. / Jason wirft
nun mit Schnee nach der aufgegangenen Saat. / Ein Halsband aus Händen gab dir der Wald, so
schreitest du tot übers Seil. / Ein dunkleres Blau wird zuteil deinem Haar, und ich rede von Liebe. /
Muscheln red ich und leichtes Gewölk, und ein Boot knospt im Regen. Ein kleiner Hengst jagt über
die blätternden Finger - / Schwarz springt das Tor auf, ich singe: / Wie lebten wir hier?
DIE HAND voi.l.FR STUNDEN, so kamst du zu mir - ich sprach: / Dein Haar ist nicht braun. /So hobst
du es leicht auf die Waage des Leids, da war es schwerer als ich... //
49
A M A P O L A T MEMORIA
Vienen en barcos a ti y lo cargan, lo ponen en venta en los mercados del placer-
tú me sonríes desde abajo, yo te lloro desde el platillo que queda leve.
Lloro: tu cabello no es castaño, ellos ofrecen el agua del mar y tú les das rizos...
Susurras: ¡ya llenan ellos el mundo conmigo y yo para ti sigo siendo una cañada
[en el corazón!
Dices: ¡pon junto a ti la fronda de los años - ya es hora de que vengas y me
[beses!
La fronda de los años es de color castaño, tu cabello no lo es.
MEDIA NOCHE
Media noche. Con los puñales de los sueños prendida en ojos chispeantes.
No grites de dolor: cual paños flamean las nubes.
Una alfombra de seda, así fue tendida entre nosotros, para que se dance de
[oscuro en oscuro.
La flauta negra nos la tallaron de viva madera, y ya llega la danzarina.
Dedos hilados de espuma de mar nos sume en los ojos:
¿Quiere aquí uno llorar todavía?
No, ninguno. Así girando se aleja feliz y fogoso resuena el timbal.
Anillos nos lanza, que al vuelo prendemos con los puñales.
¿Así nos desposa? Tal cascos resuena y ahora lo vuelvo a saber:
tú no moriste
la muerte color de malva.
// Sie kommen auf Schiffen zu dir und laden es auf, sie bieten es feil auf den Märkten der Lust - /
Du lächelst zu mir aus der Tiefe, ich weine zu dir aus der Schale, die leicht bleibt. / Ich weine: Dein
Haar ist nicht braun, sie bieten das Wasser der See, und du gibst ihnen Locken... / Du flüsterst: Sie
füllen die Welt schon mit mir, und ich bleib dir ein Hohlweg im Herzen! / Du sagst : Leg das
Blattwerk der Jahre zu dir - es ist Zeit, / daß du kommst und mich küssest! //Das Blattwerk der Jahre
ist braun, dein Haar ist es nicht.
HALBE NACHT // Halbe Nacht. Mit den Dolchen des Traumes geheftet in sprühende Augen. /
Schrei nicht vor Schmerz: wie Tücher flattern die Wolken. / Ein seidener Teppich, so ward sie
gespannt zwischen uns, / daß getanzt sei von Dunkel zu Dunkel. / Die schwarze Flöte schnitzten sie
uns aus lebendigem Holz, / und die Tänzerin kommt nun. / Aus Meerschaum gesponnene Finger
taucht sie ins Aug uns: / eines will hier noch weinen? / Keines. So wirbelt sie selig dahin, und die
feurige Pauke wird laut. / Ringe wirft sie uns zu, wir fangen sie auf mit den Dolchen. / Vermählt sie
uns so? Wie Scherben erklingts, und ich weiß es nun wieder: / du starbst nicht / den malvenfarbenen
Tod.
50
LA A R E N A DE LAS U R N A S
TU CABELLO SOBRE EL MAR
También tu cabello vuela sobre el mar con el enebro dorado.
Con él se vuelve blanco, entonces lo tino de azul-piedra:
el color de la ciudad donde al final fui arrastrado hacia el sur...
Con jarcias me amarraron y a cada una ataron una vela
y me escupieron con sus bozos brumosos y cantaron:
«¡Oh atraviesa la mar!».
Yo sin embargo pinté como una barca mis alas con púrpura
y con mi estertor dime brisa y antes que durmieran me hice a la mar.
Tus rizos, ahora, debía teñírtelos en rojo, pero me gustan azul-piedra:
¡Ay, ojos de la ciudad, donde caí y fui arrastrado hacia el sur!
Con el enebro dorado vuela también tu cabello sobre el mar.
ÁLAMO TEMBLÓN, tu follaje es blanco en lo oscuro.
El cabello de mi madre nunca llegó a ser blanco.
Diente de león, tan verde es la Ucrania.
Mi rubia madre no volvió a casa.
Nube de lluvia, ¿te demoras en los pozos?
Mi dulce madre llora por todos.
Estrella redonda, tú enroscas la cola dorada.
El corazón de mi madre fue herido con plomo.
Puerta de roble, ¿quién te sacó de los goznes?
Mi tierna madre no puede venir.
DEIN HAAR ÜBERM MEER // Es schwebt auch dein Haar überm Meer mit dem goldncn Wachol-
der. / Mit ihm wird es weiß, dann färb ich es stcinblau: / die Farbe der Stadt, wo zuletzt ich geschleift
ward gen Süden... / Mit Tauen banden sie mich und knüpften an jedes ein Segel / und spieen mich
an aus nebligen Mäulern und sangen: / «O komm übers Meer!» / Ich aber malt als ein Kahn die
Schwingen mir purpurn / und röchelte selbst mir die brise und stach, eh sie schliefen, in See. / Ich
sollte sie rot dir nun färben, die Locken, doch lieb ich sie steinblau: / О Augen der Stadt, wo ich
stürzte und südwärts geschleift ward! /Mit dem goldnen Wacholder schwebt auch dein Haar überm
Meer.
Esi'F.NKAUM, dein Laub blickt weiß ins Dunkel. / Meiner Mutter Haar ward nimmer weiß. // Löwen­
zahn, so grün ist die Ukraine. / Meine blonde Mutter kam nicht heim. // Regenwolke, säumst du an
den Brunnen? / Meine leise Mutter weint für alle. // Kunder Stern, du schlingst die goldne Schleife.
/ Meiner Mutter Herz Ward wund von Blei. // Kichnc Tür, wer hob dich aus den Angeln? / Meine
sanfte Mutter kann nicht kommen.
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A M A P O L A Y MEMORIA
C I N E R A R I A
Venablo, ave ele paso, ha tiempo que el muro fue sobrevolado,
la rama sobre el corazón ya es blanca y la mar sobre nosotros,
la loma del abismo frondosa está de estrellas del mediodía -
un verde sin veneno como del ojo que ella abrió en la muerte...
Ahuecamos las manos para recoger el reguero del torrente:
el agua del lugar donde oscurece y a nadie se le alcanza el puñal.
Tú entonaste también una canción y nosotros trenzamos una reja cn la niebla:
tal vez venga aún un verdugo y nos vuelva a latir un corazón;
tal voz una torre ruede sobre nosotros y alcen una horca entre el júbilo;
tal vez una barba nos desfigure y enrojezca su pelo rubio...
La rama sobre el corazón ya es blanca, el mar sobre nosotros.
EL SECRETO DE LOS HELÉCHOS
En la bóveda de las espadas se mira el corazón verdefrondoso de las sombras.
Relucientes son las hojas: (quien cn la muerte no demoraría ante los espejos?
También se escancia aquí cn jarros la viva melancolía:
cn flor que sube entenebrece, antes de que beban, como si no fuera agua,
como si fuera aquí una margarita, preguntada por más oscuro amor,
por una almohada más negra para el lecho, por una más grave cabellera...
Aquí sin embargo sólo se teme por el brillo el relumbre del hierro,
y si destella una cosa aquí todavía, sea pues una espada.
Vaciamos el jairo de la mesa sólo porque somos huéspedes de los espejos:
¡que uno salte en dos, donde somos verdes como fronda!
ASCHENKRAUT // Zugvogel Speer, die Mauer ist längst überflogen, / der Ast überm Herzen schon
weiß und das Meer über uns,/ der Hügel der Tiefe umlaubt von Siemen des Mittags -/ein giftleeres
Grün wie des Augs, das sie aufschlug im Tode... // Wir höhlten die Hände zu schöpfen den sickern-
den Sturzhnch: / das Wasser der Stätte, wo's dunkelt und keinem gereicht wird der Dolch. / Du
sangst auch ein Lied, und wir flochten ein Gitter im Nebel: / vielleicht, dal? ein Henker noch kommt
und uns wieder ein Herz schlägt; / vielleicht, daß ein Turm sich noch wälzt über uns, und ein Galgen
wird johlend errichtet; / vielleicht, daß ein Hart uns entstellt und ihr Blondhaar sich rötet... // Der
Ast überm Herzen ist weiß schon, das Meer über uns.
DAS GEHEIMNIS DER HARNE/// Im Gewölbe der Schwerter besieht sich der Schatten laubgrünes
Herz. / Blank sind die Klingen : wer säumte im Tod nicht vor Spiegeln? / Auch wird hier in Krügen
kredenzt die lebendige Schwermut: / blumig finstert sie hoch, eh sie trinken, als war sie nicht
Wasser, / als war sie ein Tausendschön hier, das befragt wird nach dunklerer Liebe, / nach schwär-
zerem Pfühl für das Lager, nach schwererem Haar... // Hier aber wird nur gebangt um den Schim-
mer des Eisens, / und leuchtet ein Ding hier noch auf, so sei es ein Schwert. / Wir leeren den Krug
nur vom Tisch, weil uns Spiegel bewirten: / einer springe entzwei, wo wir grün sind wie Laub!
5 2
LA A R E N A DE L A S U R N A S
LA ARENA DE LAS URNAS
Verde de moho es la casa del olvido.
Ante cada una de las puertas al viento azulea tu juglar decapitado.
Él te toca el tambor de musgo y amargo vello de pubis;
con supurante dedo del pie pinta tu ceja en la arena.
Más larga la dibuja que ella era, y el rojo de tu labio.
Tú llenas aquí las urnas y nutres tu corazón.
LA ÚLTIMA BANDERA
Cazan un venado color de agua en las marcas al crepúsculo.
Así pues átate la máscara y píntate de verde las pestañas.
El cuenco con los plomos soñolientos lo pasan sobre mesas de ébano:
de primavera en primavera espuma aquí el vino, tan corto es el año,
tan flamante el premio de estos tiradores - la rosa de la extranjería:
tu barba en extravío, la vana bandera del troncón.
¡Nublado y ladridos! ¡Cabalgan el delirio a los heléchos!
¡Tal pescadores echan las redes tras fuegos fatuos y aliento!
¡Rodean de una cuerda las coronas e invitan a la danza!
Y lavan los cuernos en el manantial - así aprenden el reclamo.
¿Es tupido lo que elegiste de capote y oculta el fulgor?
Ellos rondan como sueño en torno a los troncos, tal si ofreciesen soñar.
Lanzan al cielo los corazones, las bolas musgosas del delirio:
¡Oh vellocino color de agua, nuestro estandarte en la torre!
DER SAND AUS DEN URNEN /// Schimmelgrün ist das Haus des Vergessens. / Vor jedem der
wehenden Tore blaut dein enthaupteter Spielmann. / Er schlägt dir die Trommel aus Moos und
bittcrem Schamhaar; / mit schwärender Zehe malt er im Sand deine Braue. / Länger zeichnet er sie
als sie war, und das Rot deiner Lippe. / Du füllst hier die Urnen und speisest dein Herz.
DIE LETZTE FAHNE /// Ein wasserfarbenes Wild wird gejagt in den dämmernden Marken. / So
binde die Maske dir vor und färbe die Wimpern dir grün. / Die Schüssel mit schlummerndem Schrot
wird gereicht über Ebenholztischc: / von Frühling zu Frühling schäumt hier der Wein, so kurz ist
das Jahr, /so feurig der Preis dieser Schützen - die Rose der Fremde: / dein irrender Bart, die müßige
Fahne des Baumstumpfs. // Gewölk und Gebell! Sie reiten den Wahn in den Farn! / Wie Fischer
werfen sie Netze nach Irrlicht und Haucht / Sie schlingen ein Seil um die Kronen und laden zum
Tanz! / Und waschen die Horner im Quell - so lernen sie Lockruf. // Ist dicht, was du wähltest als
Mantel, und birgt es den Schimmer? / Sie schleichen wie Schlaf um die Stämme, als böten sie Traum.
/ Die Herzen schleudern sie hoch, die moosigen Bälle des Wahsinns: / o wasserfarbenes Vlies, unser
Banner am Turm!
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A M A P O L A Y MEMORIA
UN CRUJIR de férreos zapatos en el cerezo.
Desde yelmos te espuma el estío. El negruzco cuco
con diamantino espolón pinta su imagen en las puertas del cielo.
Destocado se destaca de la fronda el caballero.
En el escudo lleva tu sonrisa en crepúsculo,
clavada en el acerado sudario del enemigo.
El jardín de los soñadores le fue prometido,
y lanzas tiene prestas para que la rosa trepe...
Descalzo sin embargo viene por el aire el que más te asemeja:
férreos zapatos abrochados a las frágiles manos,
pasa durmiendo batalla y estío. Para él sangra la cereza.
EL FESTÍN
Apurada sea la noche de las botellas en el alto maderamen de la tentación,
el umbral arado con dientes, antes de la mañana la cólera sembrada:
nos despunta sin duda un musgo todavía, antes de que lleguen aquí los del
[molino
a encontrar en lo nuestro un cereal silente para su lenta rueda...
Bajo los cielos venenosos hay otras espigas sin duda más pálidas,
el sueño todavía viene acuñado de otra forma que aquí, donde nos jugamos a
[los dados el placer,
que aquí donde en la oscuridad se trueca olvido y portento,
donde todo vale sólo por una hora y disipadamente es escupido por nosotros,
al agua ávida de las ventanas lanzado en cofres lucientes-:
¡Estalla en la ruta de los hombres, para gloria de las nubes!
EIN KNIRSCHEN von eisernen Schuhn ist im Kirschbaum. / Aus Helmen schäumt dir der Sommer.
Der schwärzliche Kuckuck / malt mit demantenem Sporn sein Bild an die Tore des Himmels. //
Barhaupt ragt aus dem Blattwerk der Reiter. / Im Schild trägt er dämmernd dein Lächeln, / genagelt
ans stählerne Schweißtuch des Feindes. / Es ward ihm verheißen der Garten der Träumer, / und
Speere hält er bereit, daß die Rose sich ranke... // Unbeschuht aber kommt durch die Luft, der am
meisten dir gleichet: / eiserne Schuhe geschnallt an die schmächtigen Hände, / verschläft er die
Schlacht und den Sommer. Die Kirsche blutet für ihn.
DAS GASTMAHL /// Geleert sei die Nacht aus den Flaschen im hohen Gebälk der Versuchung, / die
Schwelle mit Zähnen gepflügt, vor Morgen der Jähzorn gesät: / es schießt wohl empor uns ein Moos
noch, eh von der Mühle sie hier sind, / ein leises Getreide zu finden bei uns ihrem langsamen Rad...
// Unter den giftigen Himmeln sind andere Halme wohl falber, / wird anders der Traum noch
gemünzt als hier, wo wir würfeln um Lust, / als hier, wo getauscht wird im Dunkel Vergessen und
Wunder, / wo alles nur gilt eine Stunde und schwelgend bespien wird von uns, / ins gierige Wasser
der Fenster geschleudert in leuchtenden Truhen -: / es birst auf der Straße der Menschen, den
Wolken zum Ruhm! //
54
LA A R E N A DE LAS U R N A S
Así pues envolveos en los capotes y subid conmigo a las mesas:
(cómo si no de pie ha de dormirse, en medio de las copas?
¿Por quién brindamos sueños todavía, sino por la lenta rueda?
OJO OSCURO EN SEPTIEMBRE
Tiempo: celada de piedra. Y más copiosos se derraman
los bucles del dolor en torno al rostro de la tierra,
la ebria manzana, bronceada por el aliento
de un proverbio perverso: precioso y reacio al juego,
al que se libran en el maligno
reflejo de su futuro.
Por segunda vez florece el castaño:
un signo de la míseramente encendida
esperanza del pronto
retorno de Orion: de los ciegos
amigos del cielo el fervor de claras estrellas
lo llama a la altura.
No celado a las puertas del sueño
combare un ojo solitario.
Lo que a diario sucede,
le basta saber:
en la ventana oriental
se le aparece de noche la enjuta
figura andante del sentimiento.
En la humedad de su ojo hundes tú la espada.
// So hüllet euch denn in die Mäntel und steiget mit mir auf die Tische: / wie anders sei noch
geschlafen als stehend, inmitten der Kelche? / Wem trinken wir Träume noch zu, als dem langsamen
Rad?
DUNKLES AUG IM SEPTEMBER /// Steinhaube Zeit. Und üppiger quellen/ die Locken des Schmer-
zes ums Antlitz der Erde, / den trunkenen Apfel, gebräunt von dem Hauch / eines sündigen Spru-
ches: schön und abhold dem Spiel, / das sie treiben im argen / Widerschein ihrer Zukunft. // Zum
zweitenmal blüht die Kastanie: / ein Zeichen der ärmlich entbrannten / Hoffnung auf Orions /
baldige Rückkunft: der blinden / Freunde des Himmels sternklare Inbrunst / ruft ihn herauf. //
Unverhüllr an den Toren des Traumes / streitet ein einsames Aug. / Was täglich geschieht, / genügt
ihm zu wissen: / am östlichen Fenster / erscheint ihm zur Nachtzeit die schmale / Wandergcstalt des
Gefühls. // Ins Nafi ihres Auges tauchst du das Schwert.
5 5
A M A P O L A Y MEMORIA
I.A PIEDRA DEL MAR
F.l corazón blanco de nuestro mundo, perdido lo hemos hoy sin combate a la
[hora de la hoja de maíz amarillenta:
un ovillo redondo, así fácil rodó de nuestras manos.
Así nos quedó por hilar la nueva, la roja lana del sopor cn la arenosa sepultura
[del soñar:
un corazón ya no era, pero sí la cabellera de la piedra del fondo,
el pobre adorno de su frente, que medita sobre cencha y ola.
Tal vez a las puertas de aquella ciudad al aire lo eleve un ímpetu nocturno,
sobre la casa cn que yacemos un ojo oriental le abra
la negrura del mar cn redor de la boca y los tulipanes de Holanda cn el cabello.
I.o llevan, lanzas delante, así nosotros antaño llevamos los sueños, así se nos fue
[rodando el blanco
corazón de nuestro mundo. Así se le formó la rizada hilaza sobre
su cabeza: una lana extraña, bella
cn lugar del corazón.
¡Oh latir que vino y se fue! F.n lo finito ondean los velos.
DER STEIN AUS DEM MEER /// Das weiße Herz unsrer Welt, gewaltlos verloren wirs heut um die
Stunde des gilbenden Maisblatts: / ein runder Knäuel, so rollt* es uns leicht aus den Händen. / So
blieb uns zu spinnen die neue, die rötliche Wolle des Schlafs an der sandigen Grabstatt des Traumes:
/ ein Herz nicht mehr, doch das Haupthaar wohl des Steins aus der Tiefe, / der ärmliche Schmuck
seiner Stirn, die sinnt über Muschel und Welle. // Vielleicht, daß am Tor jener Stadt in der Luft ihn
erhöhet ein nächtlicher Wille, / sein östliches Aug ihm erschließt überm Haus, wo wir liegen, / die
Schwärze des Meers um den Mund und die Tulpen aus Holland im Haar. / Sie tragen ihm Lanzen
voran, so trugen wir Traum, / so entrollt uns das weiße / Herz unsrer Welt. So wird ihm das krause
/ Gespinst um sein Haupt: eine seltsame Wolle, / an Herzens Statt schön. // O Pochen, das kam und
das schwand! Im Endlichen wehen die Schleier.
5 6
LA A R E N A DE L A S U R N A S
RECUERDO DE FRANCIA
Piensa conmigo: el cielo de París, el gran cólquico otoñal...
Compramos corazones a las floristas:
eran azules y se abrían en el agua.
Comenzó a llover en nuestra habitación
y nuestro vecino llegó, Monsicur Le Songe, un hombrecillo enjuto.
Jugamos a las cartas, perdí mis pupilas;
me prestaste tu cabello, lo perdí, él nos abatió.
Salió por la puerta, seguido por la lluvia.
Estábamos muertos y podíamos respirar.
CANCIÓN DE UNA DAMA EN LA SOMBRA
Cuando la taciturna llega y decapita los tulipanes:
¿Quién gana?
¿Quién pierde?
¿Quién sale a la ventana?
¿Quién pronuncia primero el nombre de ella?
Es uno que lleva mi cabello.
Lo lleva en las manos como se llevan los muertos.
Lo lleva como el cielo llevó mi cabello el año en que amé.
Lo lleva así por vanidad.
Ése gana.
Ése no pierde.
Ése no sale a la ventana.
Ése no pronuncia el nombre de ella.
ERINNERUNG AN FRANKREICH /// Du denk mit mir: der Himmel von Paris, die große Herbst-
zeitlose... / Wir kauften Herzen bei den Blumenmädchen: / sie waren blau und blühten auf im
Wasser. / Es fing zu regnen an in unserer Stube, / und unser Nachbar kam, Monsieur Le Songe, ein
hager Männlein. / Wir spielten Karten, ich verlor die Augensterne; / du liehst dein Haar mir, ich
vcrlors, er schlug uns nieder. / Er trat zur Tür hinaus, der Regen folgt' ihm. / Wir waren tot und
konnten atmen.
CHANSON EINER DAME IM SCHATTEN /// Wenn die Schweigsame kommt und die Tulpen
köpft: / Wer gewinnt? / Wer verliert? / Wer tritt an das Fenster? / Wer nennt ihren Namen zuerst?
// Es ist einer, der trägt mein Haar. / Er trägts wie man Tote trägt auf den Händen. / Er trägts wie
der Himmel mein Haar trug im Jahr, da ich liebte. / Er trägt es aus Eitelkeit so. // Der gewinnt. /
Der verliert nicht. / Der tritt nicht ans Fenster. / Der nennt ihren Namen nicht. //
57
A M A P O L A T MEMORIA
Es uno que tiene mis ojos.
Los tiene desde que se cierran las puertas.
Los lleva en el dedo como anillos.
Los lleva como trozos de placer y zafiro:
ya era mi hermano en el otoño;
ya cuenta los días y las noches.
Ése gana.
Ese no pierde.
Ese no sale a la ventana.
Ese pronuncia por último el nombre de ella.
Es uno que tiene lo que he dicho.
Lo lleva bajo el brazo como un hatillo.
Lo lleva como el reloj su peor hora.
Lo lleva de umbral en umbral, no lo tira.
Ese no gana.
Ese pierde.
Ése sale a la ventana.
Ése pronuncia primero el nombre de ella.
lísc será decapitado con los tulipanes.
HAYO DE NOCHE
Más luciente que ninguno ardió el cabello de mi amada de la tarde:
a ella le envío el ataúd de la más liviana madera.
Hstá mecido por las olas como la cama de nuestros sueños en Roma;
lleva una peluca blanca como yo y habla ronco:
habla como yo, cuando dejo entrar a los corazones.
Sabe una copla de amor francesa que yo cantaba cn otoño,
cuando lustraba por el país de la tarde y escribía cartas a la mañana.
// I
1 '* ¡si einer, ilcr huí incinc Лицеи. / Кг hat sie, seit Ture sich schließen. / Er trägt sie am Finger
wie Kinge. / Kr trägt sie wie Scherben vun Lust und Saphir: / er war schon mein Bruder im Herbst;
/ er zählt schon die Tage und Nächte. // Der gewinnt. / Der verliert nicht. / Der tritt nicht ans
Fenster. / Der nennt ihren Namen zuletzt. // Es ist einer, der hat, was ich sagte. / Er trägts unterm
Arm wie ein Bündel. / Er trägts wie die Uhr ihre schlechteste Stunde. / Er trägt es von Schwelle zu
Schwelle, er wirft es nicht fort. // Der gewinnt nicht. / Der verliert. / Der tritt an das Fenster. / Der
I U ' I I I I I ihren NIIIIIL'II /unst. // Der wird mil den Tulpen geküpft.
NACHTSTRAHL // Am lichtesten brannte das Haar meiner Abendgelicbten: / ihr schick ich den
Sarg aus dem leichtesten Holz. / Er ist wcllenumwogr wie das Bett unsrer Träume in Rom; / er trägt
eine weiße Perücke wie ich und spricht heiser: / er redet wie ich, wenn ich Einlaß gewähre den
Herzen. / Er weiß ein französisches Lied von der Liebe, das sang ich im Herbst, / als ich weilte auf
Reisen in Spätland und Briefe schrieb an den Morgen. //
58
LA A R E N A DE L A S U R N A S
Una hermosa barca es el ataúd, tallado en la madera de los sentimientos.
También yo bogué sangre abajo con él, cuando yo era más joven que tu ojo.
Ahora eres tú joven como un pájaro muerto en la nieve de marzo,
ahora llega hasta ti y canta su copla francesa.
Vosotros sois livianos: dormís hasta el final mi primavera.
Yo soy más liviano:
yo canto ante extraños.
LOS AÑOS DE TI A MÍ
De nuevo se ondula tu cabello cuando lloro. Con el azul de tus ojos
cubres la mesa de nuestro amor: un lecho entre verano y otoño.
Bebemos lo criado por alguien que no era yo, ni tú, ni un tercero:
saboreamos algo vacío y último.
Nos vemos en los espejos del mar profundo y nos pasamos más deprisa las
[viandas:
la noche es la noche, comienza con la mañana,
me tiende junto a ti.
ELOGIO DE LA LEJANÍA
En la fuente de tus ojos
viven las redes de los pescadores de la mar del extravío.
En la fuente de tus ojos
el mar cumple su promesa.
Aquí arrojo yo,
un corazón que se detuvo entre los hombres,
mi ropa y el esplendor de un juramento:
// Ein scliüncr Kahn ist der Sarg, geschnitzt im Gehölz der Gefühle. / Auch ich fuhr blutahwärts mit
ihm, als ich jünger war als dein Aug. / Nun bist du jung wie ein toter Vogel im Märzschnce, / nun
kommt er zu dir und singt sein französisches Lied. / Ihr seid leicht: ihr schlaft meinen Frühling zu
Ende. / Ich bin leichter: / ich singe vor Fremden.
DIE JAHRE VON DIR ZU MIR//Wieder wellt sich dein Haar, wenn ich wein. Mit dem »lau deiner
Augen / deckst du den Tisch unsrer Liebe : ein Bett zwischen Sommer und Herbst. / Wir trinken,
was einer gebraut, der nicht ich war, noch du, noch ein dritter: / wir schlürfen ein Leeres und
Letztes. // Wir sehen uns zu in den Spiegeln der Tiefsee und reichen uns rascher die Speisen: / die
Nacht ist die Nacht, sie beginnt mit dem Morgen, / sie legt mich zu dir.
LOB DER FERNE/// Im Quell deiner Augen / leben die Garne der Fischer der Irrscc. / Im Quell
deiner Augen / hält das Meer sein Versprechen. // Hier werf ich, / ein Herz, das geweilt unter
Menschen, / die Kleider von mir und den Glanz eines Schwures: //
5 9
A M A P O L A T MEMORIA
Más negro en lo negro, más desnudo voy.
Sólo infidente soy fiel.
Yo soy tú si yo soy yo.
En la fuente de tus ojos
desvarar suelo y sueño un rapto.
Una red prendió una red:
nos separamos enlazados.
En la fuente de tus ojos
un ahorcado estrangula la soga.
T O D A I.A VIDA
l.os soles del sueño ligero son azules como tu cabello una hora antes del
[amanecer.
También ellos crecen rápido como la hierba sobre la tumba de un pájaro.
También los cautiva el juego que jugamos como ensueño en los barcos del
[placer.
En las rocas calcáreas del tiempo también los encuentran los puñales.
Los soles del sueño profundo son más azules: así fue tu cabellera sólo una vez:
Yo, viento nocturno, demoraba en el seno venal de tu hermana;
tu cabello colgaba en el árbol sobre nosotros, pero tú allí no estabas.
Nosotros éramos el mundo y tú eras un zarzal ante las puertas.
Los soles de la muerte son blancos como el cabello de nuestro hijo:
se elevó de las aguas cuando armaste una tienda en la duna.
Alzó sobre nosotros el cuchillo de la dicha con ojos apagados.
// Schwärzer im Schwär/., bin ich nackter. / Abtrünnig erst bin ich treu. / Ich bin du, wenn ich ich bin.
// Im Quell deiner Augen / treib ich und träume von Raub. // Ein Garn fing ein Garn ein: / wir
scheiden umschlungen. // Im Quell deiner Augen / erwürgt ein Gehenkter den Strang.
DAS GANZE LEBEN /// Die Sunncn des Halbschlafs sind blau wie dein Haar eine Stunde vur
Morgen./ Auch sie wachsen rasch wie das Gras überm Grab eines Vogels./Auch sie lockt das Spiel,
das wir spielten als Traum auf den Schiffen der Lust. / Am Kreidefelsen der Zeit begegnen auch
ihnen die Dolche. // Die Sonnen des Ticfschlafs sind blauer: so war deine Locke nur einmal: / Ich
weilt als ein Nachtwind im käuflichen Schoß deiner Schwester; / dein Haar hing im Baum über uns,
doch warst du nicht da. / Wir waren die Welt, und du warst ein Gesträuch vor den Toren. // Die
Sonnen des Todes sind weiß wie das Haar unsres Kindes: / es stieg aus der Flut, als du aufschlugst
ein Zeh auf der Düne. / Er zückte das Messer des Glücks über uns mit erloschenen Augen.
6 0
LA A R E N A DE L A S U R N A S
TARDÍO Y PROFUNDO
Malvada como arenga de oro comienza esta noche.
Comemos las manzanas de los mudos.
Hacemos una obra que de buen grado se confía a su estrella;
nos tenemos en el otoño de nuestros tilos como un rojo de bandera pensativo,
como ardientes huéspedes del sur.
Juramos por Cristo el Nuevo desposar el polvo con el polvo,
los pájaros con el zapato caminero,
nuestro corazón con una escalera en el agua.
Prestamos ante el mundo los sagrados juramentos de la arena,
los juramos de buen grado;
los juramos en voz alta desde los techos del sueño sin sueños
y agitamos la blanca cabellera del tiempo...
Ellos gritan: ¡Vosotros blasfemáis!
Tiempo ha que lo sabemos.
Tiempo ha que lo sabemos, ¿pero qué importa?
Vosotros moléis en los molinos de la muerte la blanca harina de la promesa,
vosotros la ofrecéis a nuestros hermanos y hermanas -
Nosotros agitamos la blanca cabellera del tiempo.
Vosotros nos amonestáis: ¡Blasfemáis!
Bien lo sabemos,
que venga la culpa sobre nosotros.
IQue venga la culpa sobre todos nuestros signos premonitorios,
que venga la mar gorgogeante,
la ráfaga acorazada de la conversión,
el día de medianoche,
¡que venga lo nunca sido!
¡Que venga un hombre de la tumba!
SPÄT UND TIEF /// Boshaft wie goldene Rede beginnt diese Nacht. / Wir essen die Äpfel der
Stummen. / Wir tuen ein Werk, das man gern seinem Stern OberliSt; / wir stehen im Herbst unsrer
Linden als sinnendes Fahnenrot, / als brennende Gäste vom Süden. / Wir schwören bei Christus dem
Neuen, den Staub zu vermählen dem Staube,/die Vögel dem wandernden Schuh, / unser Herz einer
Stiege im Wasser. / Wir schwören der Welt die heiligen Schwüre des Sandes, / wir schwören sie gern,
/wir schwören sie laut von den Dächern des traumloscn Schlafes/und schwenken das Weißhaar der
Zeit... // Sic rufen : Ihr lästert! // Wir wissen es längst. / Wie wissen es längst, doch was tuts? / Ihr
mahlt in den Mühlen des Todes das weiße Mehl der Verheißung, / ihr setzet es vor unsem Brüdern
und Schwestern -//Wir schwenken das Weißhaar der Zeit. //Ihr mahnt uns: Ihr lästert! / Wir wissen
es wohl, / es komme die Schuld über uns. / Es komme die Schuld über uns aller warnenenden
Zeichen, / es komme das gurgelnde Meer, / der geharnischte Windstoß der Umkehr, / der mitter-
nächtige Tag, / es komme, was niemals noch war! // Es komme ein Mensch aus dem Grabe.
61
A M A P O L A Y MEMORIA
CORONA
En mi mano come el otoño su hoja: somos amigos.
Descascaramos el tiempo de las nueces y le enseñamos a andar:
El tiempo retorna a la cascara.
En el espejo es domingo,
en el soñar se duerme,
la boca dice verdad.
Mi ojo desciende al sexo de la amada:
nos miramos,
nos decimos lo oscuro,
nos amamos uno al otro como amapola y memoria,
dormimos como vino en las conchas,
como la mar en el rayo de sangre de la luna.
Estamos abrazados en la ventana, nos miran desde la calle:
¡Ya es tiempo de que se sepa!
Ya es tiempo de que la piedra se avenga a florecer,
que a la inquietud le palpite un corazón.
Ya es tiempo de que sea tiempo.
Ya es tiempo.
CORONA/// Aus der Hand frißt der Herbst mir sein Blatt: wir sind Freunde. / Wir schälen die Zeit
aus den Nüssen und lehren sie gehn: / die Zeit kehrt zurück in die Schale. // Im Spiegel ist Sonntag,
/ im Traum wird geschlafen, / der Mund redet wahr. // Mein Aug steigt hinab zum Geschlecht der
Geliebten: / wir sehen uns an, / wir sagen uns Dunkles, / wir lieben einander wie Mohn und
Gedächtnis, / wir schlafen wie Wein in den Muscheln, / wie das Meer im Blutstrahl des Mondes. //
Wir stehen umschlungen im Fenster, sie sehen uns zu von der StraSe: / es ist Zeit, daß man weiß!
/ Es ist Zeit, daß der Stein sich zu blühen bequemt, / daß der Unrast ein Herz schlägt./ Es ist Zeit,
daß es Zeit wird. // Es ist Zeit.
6 2
FUGA DE LA M U E R T E
NEGRA leche del alba la bebemos de tarde
la bebemos a mediodía de mañana la bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una fosa en la tierra
nos ordena tocad a danzar
Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana a mediodía te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
Tu pelo de ceniza Sulamit cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho
Grita hincad los unos más hondo en la tierra los otros cantad y tocad
agarra el hierro del cinto lo blande son sus ojos azules
hincad los unos más hondo las palas los otros seguid tocando a d a n z a r
Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos a mediodía de mañana te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamit juega con las serpientes
TODESFUGE
SCHWARZI-: Milch der Frühe wir trinken sie abends / wir trinken sie mittags und morgens wir trinken
sie nachts / wir trinken und trinken / wir schaufeln ein Grab in den Lüften da liegt man nicht eng. /
Ein Mann wohnt im Haus der spielt mit den Schlangen der schreibt / der schreibt wenn es dunkelt
nach Deutschland dein goldenes Haar Margarete / er schreibt es und tritt vor das Haus und es
blitzen die Sterne er pfeift seine Rüden herbei / er pfeift seine Juden hervor läßt schaufeln ein Grab
in der Erde / er befiehlt uns spielt auf nun zum Tanz // Schwarze Milch der Frühe wir trinken dich
nachts / wir trinken dich morgens und mittags wir trinken dich abends / wir trinken und trinken /
Ein Mann wohnt im Haus der spielt mit den Schlangen der schreibt / der schreibt wenn es dunkelt
nach Deutschland dein goldenes Haar Margarete / Dein aschencs Haar Sulamith wir schaufeln ein
Grab in den Lüften da liegt man nicht eng // Er ruft stecht tiefer ins Erdreich ihr einen ihr andern
singet und spielt / er greift nach dem Eisen im Gurt er schwingt« seine Augen sind blau / stecht tiefer
die Spaten ihr einen ihr andern spielt weiter zum Tanz auf//Schwarze Milch der Frühe wir Trinken
dich nachts/ wir trinken dich mittags und morgens wir trinken dich abends/ wir trinken und trinken
/ ein Mann wohnt im Haus dein goldenes Haar Margarete / dein aschencs Haar Sulamith er spielt
mit den Schlangen //
63
A M A P O L A Y MEMORIA
Grita que suene más dulce la muerte la muerte es un Maestro Alemán
grita más oscuro el tañido de los violines así subiréis como humo en el aire
así tendréis una fosa en las nubes no se yace allí estrecho
Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos ni mediodía la muerte es un Maestro Alemán
te bebemos de tarde y mañana bebemos y bebemos
la muerte es un Maestro Alemán su ojo es azul
él te alcanza con bala de plomo su blanco eres tú
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
azuza sus mastines a nosotros nos regala una fosa en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un Maestro Alemán
tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamit
// Er ruft spielt süßer den Tod der Tod ist ein Meister aus Deutschland / er ruft stteicht dunkler die
Geigen dann steigt ihr als Rauch in die Luft / dann habt ihr ein Grab in den Wolken da liegt man'
nicht eng// Schwarze Milch der Frühe wir trinken dich nachts / wir trinken dich mittags der Tod
ist ein Meister aus Deutschland/wir trinken dich abends und morgens wir trinken und trinken /der
Tod ist ein Meister aus Deutschland sein Auge ist blau / er trifft dich mit bleierner Kugel er trifft dich
genau / ein Mann wohnt im Haus dein goldenes Haar Margarete / er hetzt seine Rüden auf uns er
schenkt uns ein Gtab in det Luft / er spielt mit den Schlangen und träumet der Tod ist ein Meister
aus Deutschland // dein goldenes Haar Margarete / dein aschenes Haar Sulamith
6 4
C O N T R A L U Z
DE VIAJE
Hay una hora que hace del polvo tu escolta,
de tu casa en París, lugar de sacrificio de tus manos,
de tu ojo negro, el más negro ojo.
Hay una estancia donde un tiro de caballos se detiene para tu corazón.
Tu cabello quisiera ondear en el viento cuando te vas - eso le está prohibido.
Los que se quedan y hacen signos de adiós no lo saben.
EN EGIPTO
Tú debes decir al ojo de la extranjera: sé el agua.
Tú debes buscar en el ojo de la extranjera a las que sabes en el agua.
Tú debes llamarlas, que salgan del agua: ¡Rut! ¡Noemí! ¡Miriam!
Tú debes adornarlas cuando yaces con la extranjera.
Tú debes adornarlas con el cabello de nubes de la extranjera.
Tú debes decir a Rut, a Miriam y a Noemí:
¡Mirad, yo duermo con ella!
Tú debes adornar a la extranjera que está contigo mejor que a ninguna.
Tú debes adornarla con el dolor por Rut, por Miriam y Noemí.
Tú debes decir a la extranjera:
¡Mira, yo dormí con ellas!
GEGENLICHT
AUF REISEN /// Es ist eine Stunde, die macht dir den Staub zum Gefolge, / dein Haus in Paris zur
Opferstatt deiner Hände, / dein schwarzes Aug zum schwärzesten Auge. // Es ist ein Gehöft, da hält
ein Gespann für dein Herz. / Dein Haar mochte wehn, wenn du fährst - das ist ihm verboten. / Die
bleiben und winken, wissen es nicht.
IN ÄGYPTEN /// Du sollst zum Aug der Fremden sagen: Sei das Wasser. / Du sollst, die du im Wasser
weißt, im Aug der Fremden suchen. / Du sollst sie rufen aus dem Wasser: Ruth! Noemi! Mirjam! /
Du sollst sie schmücken, wenn du bei der Fremden liegst. / Du sollst sie schmücken mit dem
Wolkenhaar der Fremden. / Du sollst zu Ruth und Mirjam und Noemi sagen: / Seht, ich schlaf bei
ihr! / Du sollst die Fremde neben dir am schönsten schmücken. / Du sollst sie schmücken mit dem
Schmerz um Ruth, um Mirjam und Noemi. / Du sollst zur Fremden sagen: / Sieh, ich schlief bei
diesen!
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AMAPOLA Y MEMORIA
EN LA BOCINA DE NIEBLA
Boca en el espejo escondido,
rodilla ante la columna del orgullo,
mano con el barrote de la reja:
ofreceos la oscuridad,
pronunciad mi nombre,
llevadme ante él.
DEL AZUL que aún busca su ojo bebo el primero.
Bebo de la huella de tu pie y veo:
ruedas entre mis dedos, perla, ¡y creces!
creces como todos los que están olvidados.
Ruedas: el negro granizo de la melancolía
cae en un pañuelo, todo blanco de decir adiós.
QUIEN COMO TÚ y todas las palomas día y noche bebe de la oscuridad,
pica la pupila de mis ojos antes de que destelle,
arranca el césped de mis cejas antes de que sea blanco,
da un portazo en las nubes antes dé que yo caiga.
Quien como tú y todos los claveles usa la sangre por moneda y la muerte por
[vino,
sopla el vidrio para su cáliz de mis manos,
le da color con la palabra que no dije, rojo,
lo hace añicos con la piedra de la lágrima lejana.
INS NEBELHORN /// Mund im verborgenen Spiegel, / Knie vor der Säule des Hochmuts, / Hand
mit dem Gitterstab: / reicht euch das Dunkel, / nennt meinen Namen, / führt mich vor ihn.
VOM Blau, das noch sein Auge sucht, trink ich als erster. / Aus deiner Fußspur trink ich und ich
seh: / du rollst mir durch die Finger, Perle, und du wächstI / Du wächst wie alle, die vergessen
sind. / Du rollst: das schwarze Hagelkorn der Schwermut / fällt in ein Tuch, ganz weiß vom
Abschiedwinken.
WER WIE DU und alle Tauben Tag und Abend aus dem Dunkel schöpft, / pickt den Stern aus meinen
Augen, eh er funkelt, / reißt das Gras aus meinen Brauen, eh es weiß ist, / wirft die Tür zu in den
Wolken, eh ich stürze. // Wer wie du und alle Nelken Blut als Münze braucht und Tod als Wein, /
bläst das Glas für seinen Kelch aus meinen Händen, / färbt es mit dem Wort, das ich nicht sagte,
rot, / schlägts in Stücke mit dem Stein der fernen Träne.
6 6
C O N T R A L U Z
ESTIGMA
No dormimos más, pues yacíamos en el árbol de ruedas del reloj de la melancolía
y arqueábamos las agujas como vergas,
y volvían disparadas y fustigaban el tiempo hasta sangrarlo,
y tú hablabas un crepúsculo creciente,
y doce veces dije tú a la noche de tus palabras,
y ella se abrió y quedó desplegada,
y le puse un ojo en el seno y te trencé el otro en el pelo
y enlacé entre ambos la mecha, la vena abierta -
y un joven rayo llegó nadando.
QUIEN SU CORAZÓN del pecho arranca de noche, ése intenta asir la rosa.
Suya es su hoja y su espina,
a él le pone la luz en el plato,
a él le llena los vasos de aliento,
para ése susurran las sombras del amor.
Quien su corazón del pecho arranca de noche y lo arroja a lo alto:
ése no yerra el blanco,
ése apedrea a la piedra,
a ése le pulsa su sangre el reloj,
a ése su hora le bate el tiempo de la mano:
él puede jugar con bolas más bellas
y hablar de ti y de mí.
BRANDMAL /// Wir schliefen nicht mehr, denn wir lagen im Uhrwerk der Schwermut / und bogen
die Zeiger wie Ruten, / und sie schnellten zurück und peitschten die Zeit bis aufs Blut, / und du
redetest wachsenden Dämmer, / und zwülfmal sagte ich du zur Nacht deiner Worte,/ und sie tat sich
auf und blieb offen, / und ich legt ihr ein Aug in den Schoß und flocht dir das andre ins Haar / und
schlang zwischen beide die Zündschnur, die offene Ader - / und ein junger Blitz schwamm heran.
WliK SlilN nr.ua. aus der Brust reißt zur Nacht, der langt nach der Rose. / Sein ist ihr Blatt und ihr
Dorn,/ihm legt sie das Licht auf den Teller, / ihm füllt sie die Gläser mit Hauch, / ihm rauschen die
Schatten der Liebe. // Wer sein Herz aus der Brust reißt zur Nacht und schleudert es hoch: / der trifft
nicht fehl, / der steinigt den Stein, dem läutet das Blut aus der Uhr, / dem schlägt seine Stunde die
Zeit aus der Hand: / er darf spielen mit schöneren Bällen / und reden von dir und von mir.
6 7
A M A P O L A Y MEMORIA
CRISTAL
No busques en mis labios tu boca,
ni ante la puerta al forastero,
ni en el ojo la lágrima.
Siete noches más alto pasa lo tojo a lo rojo,
siete corazones más hondo bate la mano en la puerta,
siete rosas más tarde murmura la fuente.
M O R T A J A
Lo que tejiste de lo más leve
lo llevo en honor de la piedra.
Cuando en lo oscuro los gritos
despierto, aquello los ondea.
A menudo, si tengo que barbotar,
hace olvidados pliegues
y el que yo soy perdona
a aquel que yo fui.
Pero el dios de las laderas
toca su más sordo tambor
y así que el pliegue se pliega
frunce el Lúgubre la frente.
KRISTALL /// Nicht an meinen Lippen suche deinen Mund / nicht vorm Tor den Fremdling, / nicht
im Aug die Träne. //Sieben Nächte höher wandert Rot zu Rot,/sieben Herzen tiefer pocht die Hand
ans Tor, / sieben Rosen später rauscht der Brunnen.
TOTENHEMD/// Was du aus Leichtem wobst, /trag ich dem Stein zu Ehren. /Wenn ich im Dunkel
die Schreie / wecke, weht es sie an. // Oft, wenn ich stammeln soll, / wirft es vergessene Falten, / und
der ich bin, verzeiht / dem, der ich war. // Aber der Haldengott / rührt seine dumpfeste Trommel,
/ und wie die Falte fiel, / runzelt der Finstre die Stirn.
6 8
C O N T R A L U Z
EN ALTA MAR
París, el barquito, está anclado en el cristal:
así comparto contigo la mesa, bebo en tu honor.
Bebo hasta que te reluce oscuro para ti mi corazón,
hasta que París navega en su lágrima,
hasta qué toma rumbo hacia el lejano velo
que nos oculta el mundo donde cada tú es una rama
de la que cuelgo como una hoja suspendida y silente.
ESTOY SOLO, coloco la flor de ceniza
en el vaso lleno de negrura en sazón. Hermana boca,
tú dices una palabra que sobrevive ante las ventanas,
y silente trepa por mí lo que soñé.
Mi florecer se da en la hora marchita
y reservo una resina para un pájaro tardío:
lleva el copo de nieve en su pluma rojo-vida;
el grano de hielo en el pico, atraviesa el verano.
LOS JARROS
Para Klaus Demus
En las largas mesas del tiempo
trincan los jarros de Dios.
Dejan vaefos los ojos de los videntes y los ojos de los ciegos,
los corazones de las sombras que imperan,
la hundida mejilla de la tarde.
Son los mäs poderosos bebedores:
llevan a la boca lo vaefo y lo Ueno
y no derraman la espuma como tü o yo.
AUF HOHER SEE /// Paris, das Schifflein, liegt im Glas vor Anker: / so halt ich mit dir Tafel, trink
dir zu. / Ich trink so lang, bis dir mein Herz erdunkclt, / so lange, bis Paris auf seiner Träne
schwimmt,/so lange, bis es Kurs nimmt auf den fernen Schlcier,/der uns die Welt verhüllt, wo jedes
Du ein Ast ist, / an dem ich hänge als ein Blatt, das schweigt und schwebt.
ICH BIN ALLEIN, ich stell die Aschenblume / ins Glas voll reifer Schwärze. Schwestermund, / du
sprichst ein Wort, das fortlebt vor den Fenstcrn,/und lautlos klettert, was ich träumt, an mir empor.
// Ich steh im Flor der abgeblühten Stunde / und spar ein Harz für einen späten Vogel: / er trägt die
Flocke Schnee auf lebensroter Feder; / das Kömchen Eis im Schnabel, kommt er durch den Sommer.
DIE KRÜGE // Für Klaus Demus II An den langen Tischen der Zeit / zechen die Kiügc Gottes. / Sic
trinken die Augen der Sehenden leer und die Augen der Blinden, / die Herzen der waltenden
Schatten, / die Sohle Wange des Abends. / Sie sind die gewaltigsten Zecher: / sie führen das Leere
zum Mund wie das Volle / und schäumen nicht Ober wie du oder ich.
69
A M A P O L A  Y  M E M O R I A
DE NOCHE, cuando el péndulo del amor oscila
entre siempre y nunca,
tu palabra bate en las lunas del corazón
y tu ojo azul de tormenta
alcanza a la tierra el cielo.
Desde la lejana floresta, de soñar
ennegrecida, nos llega lo exhalado,
y lo extraviado ronda, grande como los espectros del futuro.
Lo que ahora se hunde y se alza
incumbe a lo escondido en lo más íntimo:
ciego, como la mirada que cruzamos,
besa al tiempo en la boca.
DUERME PUES y mi ojo quedará abierto.
La lluvia llenó el cántaro, nosotros lo vaciamos.
La noche hará brotar un corazón y el corazón un tallito -
para segar, segadora, es muy tarde sin embargo.
¡Tan blanco de nieve son, viento nocturno, tus cabellos!
¡Blanco lo que me queda y blanco lo que he perdido!
Ella cuenta las horas y yo los años cuento.
Nosotros bebimos lluvia. Lluvia bebimos.
Asi PUES te has vuelto
como nunca pude verte:
tu corazón late abierto
por todo un país de fuentes,
NACHTS, wenn das Pendel der Liebe schwingt / zwischen Immer und Nie, / stößt dein Wort zu den
Monden des Herzens / und dein gewitterhaft blaues / Aug reicht der Erde den Himmel. // Aus
fernem, aus traumgeschwärztem / Hain weht uns an das Verhauchte, / und das Versäumte geht um,
groß wie die Schemen der Zukunft. // Was sich nun senkt und hebt,/ gilt dem zuinnerst Vergrabnen:
/ blind wie der Blick, den wir tauschen, / küßt es die Zeit auf den Mund.
So SCHIMFE, und mein Aug wird offen bleiben. / Der Regen füllt' den Krug, wir leerten ihn. / Es wird
die Nacht ein Herz, das Herz ein Hälmlein treiben- / Doch ists zu spät zum Mähen, Schnitterin. //
So schneeig weiß sind, Nachtwind, deine Haare! / Weiß, was mir bleibt, und weiß, was ich verlier! /
Sie zählt die Stunden, und ich zähl die Jahre. / Wir tranken Regen. Regen tranken wir.
So BIST DU denn geworden / wie ich dich nie gekannt: / dein Hetz schlägt allerorten / in einem
Brunnenland, //
70
C O N T R A L U Z
donde ninguna boca bebe,
ni figura las sombras bordea,
el agua no brota, lo parece,
y el parecer tal agua espumea.
En toda fuente estás dentro,
por cada apariencia has volado.
Has imaginado un juego
que quiere ser olvidado.
LA FORTALEZA
Sé de la más vespertina de todas las casas: un
ojo más profundo que el tuyo es allí el vigía.
En el frontón flamea la gran bandera de la pena:
su paño verde - tú no sabes que lo tejiste.
Y vuela tan alto como si tú no lo hubieras tejido.
La palabra a la que dijiste adiós te da la bienvenida en la puerta,
y lo que aquí te ha rozado, tallo, corazón y flor,
ha tiempo es allí huésped y nunca más te roza.
Pero si en aquella casa te pones ante el espejo
entonces te miran tres, te miran flor, corazón y tallo.
Y aquel ojo más profundo bebe tu profundo ojo.
LA PALOMA MÁS BLANCA levantó el vuelo: ¡puedo amarte!
En la ventana suave oscila la puerta suave.
El árbol cn calma entró cn la sala cn calma.
Estás tan cerca como si aquí no demoraras.
// wo kein Mund trinkt und keine / Gestalt die Schatten säumt, / wo Wasser quillt zum Scheine / und
Schein wie Wasser schäumt. // Du steigst in alle Brunnen, / du schwebst durch jeden Schein. / Du hast
ein Spiel ersonnen, / das will vergessen sein.
DIE FESTE BURG/// Ich weiß das abendlichste aller Häuser: ein / viel tiefres Aug als deines hält dort
Ausschau. / Vom Giebel weht die große Kummerfahne: / ihr grünes Tuch - du weißt nicht, daß du's
webtest. Auch fliegts so hoch, als hältst nicht du's geweht. / Das Wort, von dein du Abschied nahmst,
heißt dich am Tor willkommen, und was dich hier gestreift hat, Halm und Herz und Blume, / ist
längst dort Gast und streift dich nimmermehr. / Doch trittst in jenem Haus du vor den Spiegel, / so
sehen drei, so sehen Blume, Herz und Halm dich an. / Und jenes tiefre Aug, es trinkt dein tiefes
Auge.
DlH TAimi.N \vr.li;i:STl" flog auf: ich darf dich lieben! / Im leisen Fenster schwankt die leise Tür. / Der
stille Baum trat in die stille Stube. / Du bist so nah, als weiltest du nicht hier. //
7 1
A M A P O L A Y MEMORIA
// Aus meiner Hand nimmst du die große Blume: / sie ist nicht weiß, nicht rot, nicht blau - doch
nimmst du sie. / Wo sie nie wat, da wird sie immer bleiben. / Wir waren nie, so bleiben wir bei ihr.
7 2
De mi mano tomas la gran flor:
no es blanca, ni roja, ni azul - pero la tomas.
Donde nunca estuvo se quedará siempre.
Nosotros nunca estuvimos, por eso nos quedamos donde ella.
TALLOS DE LA N O C H E
SUEÑO Y SUSTENTO
El aliento de la noche es tu sábana, la tiniebla se echa a tu lado.
Te roza tobillo y sien, te despierta a la vida y al sueño,
te ventea la palabra, en el deseo, en el pensamiento,
duerme con cada uno de ellos, a su encanto sales.
Te peina la sal de las pestañas y la sirve en tu mesa,
escruta la arena de tus horas y te la ofrece.
Y lo que ella tenía de rosa, sombra y agua,
te lo escancia.
EL COMPAÑERO DE VIAJE
El alma de tu madre va en vilo delante.
El alma de tu madre ayuda a capear la noche, escollo a escollo.
El alma de tu madre fustiga a los tiburones delante de ti.
Este vocablo es pupilo de tu madre.
El pupilo de tu madre comparte tu lecho, piedra a piedra.
El pupilo de tu madre se inclina sobre la migaja de luz.
OJOS:
brillantes por la lluvia a cántaros,
cuando Dios me ordenó beber.
HALME DER NACHT
SCHLAF UND SPEISE /// Der Hauch der Nacht ist dein Laken, die Finsternis legt sich zu dir. / Sie
rührt dir an Knöchel und Schläfe, sie weckt dich zu Leben und Schlaf, / sie spürt dich im Wort auf,
im Wunsch, im Gedanken, / sie schüft bei jedem von ihnen, sie lockt dich hervor. / Sic kämmt dir
das Salz aus den Wimpern und tischt es dir auf, / sie lauscht deinen Stunden den Sand ab und setzt
ihn dir vor. / Und was sie als Rose war, Schatten und Wasser, / schenkt sie dir ein.
DER REISEKAMERAD // Deiner Mutter Seele schwebt voraus. / Deiner Mutter Seele hilft die
Nacht umschiffen, Riff um Riff. / Deiner Mutter Seele peitscht die Haie vor dir her. // Dieses Wort
ist deiner Mutter Mündel./ Deiner Mutter Mündel teilt dein Lager, Stein um Stein. / Deiner Mutter
Mündel bückt sich nach der Krume Lichts.
AUGEN: / schimmernd vom Regen, der strömte, / als Gott mir zu trinken befahl. //
73
A M A P O L A Y MEMORIA
Ojos:
oro que la noche en mis manos contó,
cuando recogí ortigas
y roturé las sombras de los proverbios.
Ojos:
tarde que sobre mí se encandeció cuando abrí de golpe la puerta
e invernado por el hielo de mis sienes
a través de los caseríos de la eternidad galopaba.
LA ETERNIDAD
Corteza del árbol de la noche, cuchillos nacidos del moho
te susurran los nombres, el tiempo y los corazones.
Una palabra que dormía cuando la oímos
se desliza bajo la fronda:
elocuente será el otoño,
más elocuente la mano que lo recoja,
fresca como la amapola del olvido la boca que la besa.
MAR ROMPIENTE
Tú, hora, aleteas por las dunas.
El tiempo, fina arena, canta en mis brazos:
yazgo a su lado, un cuchillo en la diestra.
Augen: / Gold, das die Nacht in die Hände mir zählt', / als ich Nesseln pflückt' / und die Schatten
der Sprüche reutet'. // Augen: / Abend der Uber mir aufglomm, als ich aufriß das Tor / und durch-
wintert vom Kis meiner Schläfen / durch die Weiler der Ewigkeit sprengt'.
DIE EWIGKEIT /// Rinde des Nachtbaums, rostgeborene Messer / flüstern dir zu die Namen, die
Zeit und die Herzen. Ein Wort, das schlief, als wirs hörten, / schlüpft unters Laub: / beredt wird der
Herbst sein, / beredter die Hand, die ihn aufliest, / frisch wie der Mohn des Vergessens der Mund,
der sie küSt.
BRANDUNG /// Du, Stunde, flügelst in den Dünen. // Die Zeit, aus feinem Sande, singt in meinen
Armen: / ich lieg bei ihr, ein Messer in der Rechten. //
74
T A L L O S DE L A N O C H E
¡Encréspate, ola! ¡Pez, atrévete a salir!
Donde hay agua se puede vivir otra vez,
otra vez invocar al mundo al cantar a coro con la muerte,
otra vez gritar desde el desfiladero: mirad,
estamos al abrigo,
mirad, la tierra era nuestra, mirad,
¡cómo cortamos el camino a la estrella!
DE CORAZONES Y CEREBROS
brotan los tallos de la noche,
y una palabra, por guadañas pronunciada,
los inclina a la vida.
Mudos como ellos
vamos en vilo hacia el mundo:
nuestras miradas,
cruzándose para el consuelo,
avanzan a tientas,
nos hacen signos sombríos.
Sin mirada
se silencia ahora tu ojo en mi ojo,
caminando
alzo tu corazón a los labios,
alzas mi corazón a los tuyos:
lo que bebemos ahora
sacia la sed de las horas;
lo que ahora somos
lo escancian las horas al tiempo.
¿Le somos de buena boca?
Ningún sonido, ninguna luz
se desliza entre nosotros para decirlo.
// So schäume, Welle! Fisch, trau dich hervor! / Wo Wasser ist, kann man noch einmal leben, / noch
einmal mit dem Tod im Chor die Welt herübersingen, / noch einmal aus dem Hohlweg rufen:
Seht, / wir sind geborgen, / seht, das Land war unser, seht, / wie wir dem Stern den Weg vertraten!
AUS HlUZüN UND HIRNI:N / sprießen die Halme der Nacht,/und ein Wort, von Sensen gesprochen, /
neigt sie ins Leben. // Stumm wie sie / wehn wir der Welt entgegen: / unsere Blicke, / getauscht, um
getröstet zu sein, / tasten sich vur, / winken uns dunkel heran. // Blicklos / schweigt nun dein Aug in
mein Aug sich,/wandernd/heb ich dein Herz an die Lippen,/ hebst du mein Herz an die deinen: /
was wir jetzt trinken, / stillt den Durst der Stunden; / was wir jetzt sind, / schenken die Stunden der
Zeit ein. // Munden wir ihr? / Kein Laut und kein Licht / schlüpft zwischen uns, es zu sagen. //
7 5
A M A P O L A Y MEMORIA
Oh tallos, vosotros, tallos.
Vosotros, tallos de la noche.
CORAZÓN INQUIETO, al que la landa la ciudad construye
en medio de los cirios y las horas,
tú subes
con los chopos hacia los estanques:
allí en lo nocturno talla
la flauta ni amigo de su silencio
y lo enseña a las aguas.
Por la orilla
va embozado el pensamiento y escucha:
pues nada
aparece en su propia figura,
y la palabra que sobre ti reluce
cree en el escarabajo del helécho.
F.l.l.A PEINA SU i'iil.O como se le peina a los muertos:
ella lleva el añico azul debajo del camisón.
Ella lleva el añico mundo en un cordón.
Ella sabe las palabras pero sólo sonríe.
Ella mezcla su sonrisa en el vaso de vino:
tú tienes que beberlo para estar en el mundo.
Tú eres la imagen que el añico le muestra,
cuando pensativa sobre la vida se inclina.
//O Halme, ihr Halme. / Ihr Halme der Nachr.
UNSTETES H Kitz, dem die Heide die Stadt baut / inmitten der Kerzen und Stunden, / du steigst / mit
den Pappeln hinan zu den Teichen: / im Nächtlichen schnitzt dort /die Flöte den Freund ihres
Schweigens/und zeigt ihn den Wassern. / Am Ufer / wandelt vermummt der Gedanke und lauscht: /
denn nichts / tritt hervor in eigner Gestalt, / und das Wort, das über dir glänzt, / glaubt an den Käfer
im Farn.
Sil: KÄMMT IHR HAAH, wie mans den Toten kämmt: / sie trägt den blauen Scherben unterm
Hemd. // Sic trägt den Scherben Welt an einer Schnur. / Sie weiß die Worte, doch sie lächelt
nur. // Sie mischt ihr Lächeln in den Becher Wein: / du mußt ihn trinken, in der Welt zu sein. // Du
bist das Bild, das ihr der Scherben zeigt, / wenn sie sich sinnend übers Leben neigt.
7 6
T A L L O S DE L A N O C H E
PUES DESLUMBRADO DE PALABRAS
sacas de la noche
al árbol cuya sombra antes le florece:
vuela hacia él el párpado de ceniza; debajo el ojo de la hermana
rehiló nieve en pensamiento -
Ahora es la fronda suficiente
para adivinar brisa y proverbio,
y las estrellas, amontonadas,
se tienen ahora en el espejo del tiempo.
Posa tu pie en la hondonada, arma la tienda:
ella, la hermana, te sigue hasta allí,
y la muerte, saliendo de la hendidura del párpado,
os parte el pan de la bienvenida,
alcanza la copa como vosotros.
Y vosotros aderezáis su vino.
PAISAJE
Altos chopos - ¡hombres de esta tierra!
Negros estanques de la dicha - ¡los espejeáis a muerte!
Te vi alzada, hermana, en este esplendor.
DA DU GEBLENDET VON WORTEN / ihn stampfst aus der Nacht, / den Baum, dem sein Schatten
vorausblüht: / fliegt ihm das Aschenlid zu, / darunter das Auge der Schwester / Schnee zu Gedanken
verspann - // Nun ist des Laubes genug, / Windhauch und Spruch zu erraten, / und die Sterne,
gehäuft, / stehn jetzt im Spiegel der Zeit. // Setze den FuB in die Mulde, spanne das Zelt: / sie, die
Schwester, folgt dir dahin, / und der Tod, aus der Lidspalte tretend, / bricht zum Willkomm euch
das Brot, / langt nach dem Becher wie ihr. // Und ihr würzt ihm den Wein.
LANDSCHAFT /// Ihr hohen Pappeln - Menschen dieser Erdel / Ihr schwarzen Teiche Glücks - ihr
spiegelt sie zu Tode! // Ich sah dich, Schwester, stehn in diesem Glänze.
77
A M A P O L A Y MEMORIA
¡SILENCIO!
¡Silencio! Hinco la espina en tu corazón,
pues la rosa, la rosa
se riene con las sombras en el espejo, ¡sangra!
Ya sangraba cuando mezclamos el sí y el no,
cuando lo sorbimos,
porque un vaso que cayó de la mesa, tintineó:
anunciaba una noche que se entenebreció más tiempo que nosotros.
Bebimos con bocas ansiosas:
sabía a hiél,
pero espumaba como vino -
Seguí el rayo de tus ojos,
y la lengua nos balbuceó dulzura...
(Así balbucea, así balbucea todavía.)
¡Silencio! La espina se te ahonda más en el corazón:
está aliada con la rosa.
AGUA Y FUEGO
Asi pues te arrojl a la torre y dije una palabra a los tejos,
de all! saliö una llama que te hizo un traje a tu medida, tu traje de novia:
iClara es la noche,
clara es la noche que nos inventö corazones,
clara es la noche!
Ella alumbra lejos sobre el mar,
despierta las lunas en el estrecho y las alza sobre mesas espumanres
ella me las deja limpias de tiempo:
iplata muerta, revive, s6 cuenco y escudilla como la concha!
STILLE! /// Stille! Ich treibe den Dom in dein Herz, / denn die Rose, die Rose / stehe mit den
Schatten im Spiegel, sie blutet! / Sie blutete schon, als wir mischten das Ja und das Nein, / als wirs
schlürften, / weil ein Glas, das vom Tisch sprang, erklirrte: / es läutete ein eine Nacht, die finstertc
länger als wir. // Wir tranken mit gierigen Mündern: / es schmeckte wie Galle, / doch schäumt' es
wie Wein - / Ich folgte dem Strahl deiner Augen, / und die Zunge lallte uns Süße... / (So lallt sie, so
lallt sie noch immer.) // Stille! Der Dorn dringt dir tiefer ins Herz: er steht im Bund mit der Rose.
WASSER UND FEUER /// So warf ich dich denn in den Turm und sprach ein Wort zu den Eiben, /
draus sprang eine Flamme, die maß dir ein Kleid an, dein Brautkleid: // Hell ist die Nacht, / hell ist
die Nacht, die uns Herzen erfand, / hell ist die Nacht! // Sie leuchtet weit übers Meer, / sie weckt die
Monde im Sund und hebt sie auf gischtende Tische, / sie wäscht sie mir rein von der Zeit: / Totes
Silbet, leb auf, sei Schüssel und Napf wie die Muschel! //
78
T A L L O S DE LA N O C H E
La mesa oscila hora arriba, hora abajo,
el viento llena las copas,
el mar arroja la vianda:
el ojo vagabundo, el oído tormentoso,
el pez y la serpiente -
¡La mesa oscila noche afuera y noche adentro,
y sobre mí ondean las banderas de los pueblos,
y junto a mí bogan los hombres los ataúdes a tierra,
y debajo de mí es el cielo y cstrellca como en casa por San Juan!
Y yo alzo la vista hacia ti,
soleada de fuego:
recuerda el tiempo cuando la noche con nosotros subió a la montaña,
recuerda el tiempo,
recuerda que yo era lo que soy:
un maestro de mazmorras y de torres,
un aire en los tejos, un bebedor en el mar,
una palabra a la que tú ardiendo desciendes.
CUENTA LAS ALMENDRAS,
cuenta lo que era amargo y te mantuvo en vela,
cuéntame con ellas:
Yo busqué tu ojo cuando lo abriste y nadie te miraba,
hilé aquel hilo secreto
por el que el rocío que pensaste
resbaló hasta los cántaros
que protege un proverbio que de nadie encontró el corazón.
// Der Tisch woge stundauf und stundab, / der Wind füllt die Becher, / das Meer wälzr die Speise
heran: / das schweifende Aug, das gewitternde Ohr, / den Fisch und die Schlange - // Der Tisch wogt
nachtaus und nachtein, / und ühcr mir fluten die Fahnen der Völker, / und neben mir rudern die
Menschen die Särge an Land, / und unter mir himmelts und Sterins wie daheim um Johanni! // Und
ich blick hinüber zu dir, / Fcucrumsonntc: / Denk an die Zeit, da die Nacht mit uns auf den Berg
stieg, / denk an die Zeit, / denk, daß ich war, was ich bin: / ein Meister der Kerker und Türme, / ein
Hauch in den Eiben, ein Zecher im Meer, / ein Wort, zu dem du herabbrennst.
ZÄHLE DIE MANDELN,/zähle, was bitter war und dich wach hielt, /zähl mich dazu:// Ich suchte
dein Aug, als du's aufschlugst und niemand dich ansah, / ich spann jenen heimlichen Faden, / an dem
der Tau, den du dachtest, / hinunterglitt zu den Krügen, / die ein Spruch, der zu niemandes Herz
fand, behütet. //
7 9
A M A P O L A Y MEMORIA
Sólo allí entraste enteramente en esc nombre que es el tuyo,
avanzaste con píe firme hasta ti,
libres batieron los mazos en la cabeza de campana de tu silencio,
llegó a tu encuentro lo bien oído,
también lo muerto ciñó con su brazo,
y los tres os fuisteis a través de la tarde.
Hazme amargo.
Cuéntame con las almendras.
// Dort erst tratest du ganz in den Namen, der dein ist, / schrittest du sicheren Fußes zu dir, /
schwangen die Hämmer frei im Glockcnstuhl deines Schweigens, // stieß das Erlauschte zu dir, /
legte das Tote den Arm auch um dich, / und ihr ginget selhdritt durch den Abend. // Mache mich
bitter. / Zähle mich zu den Mandeln.

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ALGO MÁS EN EL EQUIPAJE Ray Bradbury fragmento

  ALGO MÁS EN EL EQUIPAJE Ray Bradbury A DONALD HARKINS, amigo querido, de caro recuerdo, con afecto. Dedico este libro con cariño y gratitu...

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