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sábado, 30 de octubre de 2010

TERCERA PARTE DE: EL LABERINTO DEL VERDUGO. (FRAGMENTO).

  http://www.nacion.com/2010-10-03/Ancora/NotasSecundarias/Ancora2513938.aspx

  Nota: ópera aludida por el personaje Felipe Ossorio en el Laberinto del verdugo.

PARTE

Suite nocturnal o variaciones sobre un mismo tema
Intermezzo

(1)
Murmuraciones

Hoy, aquí en el Valle de las Muñecas, has querido hacer un experimento, que en realidad sabés cuál va a ser la conclusión, pero no te importa, te regodeás con la curiosidad de los demás, te regodeás con la envidia y la lascivia de las personas. Observás y ofrecés, disimulás pero sabés. Avanzás entre sombras, avanzás entre las sombras de los demás y de las sombras tuyas, las sombras personales...
Has llegado a la Torre Báquica, sos  un anciano con sabiduría de hierofante. Has dejado la forma juvenil y la egolatría a un lado... a veces, te queda algo de humano... El experimento es el siguiente... te has rodeado de una hermosa prostituta, le has pagado una considerable suma de dinero para que sea tu compañera... escultural y asesinamente bella amenaza con su yo venenoso a los presentes, pero no es una prostituta común y vulgar, no... ¡Por supuesto que no!... Vos no podés andar con una putilla esquinera o de los alrededores del Valle de las Muñecas... los cofrades y vos la han traído... es una “modelo” europea para unos castings de publicidad –la pantalla de siempre–... Entrás ataviado con la mejor ropa a la Torre Báquica, no es una cena de gala pero vos debés hacer que así parezca, porque el actor principal lo serás vos... Ella de negro y vos también, pero la diferencia es notoria en físicos. Alta y rubia ella, vos disminuido por tu enfisema pulmonar, te encorvás y hacés un esfuerzo por erguirte buscando más aire... vos con el pelo gris hasta los hombros ya no eres lo vital; ella rectilínea camina con gracia, el rubio de la cabellera parece encenderse mucho más con el negro de la chaqueta y los pantalones de cuero. Las parejas miran el espectáculo... vos lo sabés... la gente murmura tropezando con tu rostro... ella esboza una leve sonrisa... ¿Qué más da? ¿Qué sucede? Parecés un muñón abatido por el mar o por las olas del silencio o... simplemente un pájaro herido con el ala rota que no alcanza el vuelo preciso, no te importa. Vos mirás a tu alrededor, la gente disimula, desea desaparecer con sus mentes y con sus muecas en sus labios el espectáculo que ofrecés... Vos lo sabés, ellos lo saben... ¿ridículo? Puede que sí, puede que no, pero lo que sí estás consciente es de que muchos darían... ¿Qué darían por sentir el aliento cálido y la respiración de tu amiga en sus caras? ¿Dinero? ¿Lujos? ¿Una cuenta bancaria en dólares?
Con dificultad y ayudado por tu joven amiga, tomás asiento... Los ojos de las mujeres y de las parejas cuarentonas dejan de observar... parece que indultan al viejo lascivo... pero otros...
¡El mundo es una ilusión, una farsa y un teatro! ¡La envidia carcome a pesar de las risas y las murmuraciones!


(2)
Sombras

Continúan los apagones en San José, pero vos sabés que el Valle de las Muñecas no puede quedar en la penumbra... demasiado sexo y deseo pululando en la mente y en las manos de la perversión, demasiado dólar suelto pasa de mano en mano, demasiado jolgorio en cada esquina o en cada bar... demasiado duende contando dólares o administrando más miserias... No solo en los bosques existen brujas queriendo perder a los hombres... no solo en los bosques existen manzanas envenenadas, no solo existen en las viejas bibliotecas libros de cuentos donde la niña, al pincharse con la rueca, dormirá una eternidad o casi una eternidad hasta que un príncipe la bese y la devuelva a la vida... También aquí en el Valle de las Muñecas vos ofrecés los cuentos o se pueden leer en la sección de páginas amarillas alguna oferta... En el Valle de las Muñecas muchos ofician lo que vos propiciás. Mucha gente apretando imágenes, sensaciones y olores... no solo se aprieta la carne, no solo se aprieta la cintura al bailar buscando la boca de alguien, también se aprietan imágenes, sonidos, olores, sabores, deseos y hasta caprichos.

***

Precipitás el mundo en un haz de luz... Hace media hora estuviste en el Mirror, recorriste con la mirada besos y deseos, estrujaste la carne tersa y tensa y quizá un poco tibia.
Transfigurado en el “otro”, volteando las cataratas del miedo, llegás, avanzás en soledad, abrís los ojos, mirás las luces de los anuncios de neón, la orgía de colores emborracha. El Valle de las Muñecas en los dos últimos años ha reverberado en luces y en más pasiones y en más droga... pero algunos lo pueden ver, otros son ciegos en la bufonada, en la risa orquestada de los “monigotes con poder” que vos y Francesco Rocco han fabricado para deseos propios y ajenos. 

***

Tres canes rabiosos olfatean la inmundicia cerca de una iglesia abandonada... Ella pasa a tu lado, es angelical... ¿es realmente angelical?... ella pasa tumbando deseos y miradas y más deseos y más miradas, ella pasa ofreciendo... ¿Qué ofrece realmente?... Pensás en el suicidio y en el homicidio, una forma de escape de la realidad, de esta realidad que te enfurece hasta los tuétanos... los “flashes” apenas insinúan en las sombras. Una enorme pantalla muestra unos grupos de rock con sus indumentarias de cuero haciendo contorsiones sexuales a los espectadores... ¿es angelical con su vestido de lentejuelas ceñido al cuerpo bailando descalza con la piel bronceada? Las mujeres no pueden evitar echarte un vistazo o una mirada: alto, rubio, de buen porte y talle, excelente indumentaria, ¿qué más podría desear una mujer que entrega cada noche su compañía a un cliente?
¡La existencia es un murmullo de sombras!

***

En el quinto piso del mall observás... Podés dominar el panorama del valle de San José, dominás las franjas de luz y sombra que adormecen a la ciudad en una marea alta o baja de cuchicheos, según la hora. El mundo se reinicia en tu mente, es un cuento de nunca acabar.
Los racionamientos se dan en las periferias o en las zonas no tan importantes del San José nocturno... última voluntad de los monigotes: ¡que el Valle de las Muñecas no puede quedarse a oscuras!


(3)
Alba crepuscular

Clarea, se inicia la luz y vos recogés en los ojos toda la inmundicia del San José de noche. Husmeás por el Valle de las Muñecas: en el Astoria San José Internacional todavía las prostitutas están en el lugar, dos, tres, cuatro –no contás con certeza, pero esa es la sumatoria aproximada de las mujeres–, se regodean, son retozonas, brincan, juegan en la ruleta, última libación a los placeres nocturnales. Te observan, pasás de largo pero te observan, sos el beduino que ignora los espejismos, así ignorás a las mujeres. Una prostituta echa el ojo, un vistazo rápido, fugaz y hace un sonido con los labios, algo parecido a un silbido, a un siseo de cobra, a un chasquido con la lengua que emerge abruptamente para desaparecer en medio de los murmullos del night club... Ojeás, las mujeres son jóvenes, cada vez más jóvenes, cada vez más maquilladas, pero el maquillaje no les quita lo putesco, pero ellas piensan lo contrario, que es una forma de redimirse ante el anonimato del mundo.

Clarea y la inmundicia está por doquier, las defecaciones son pequeños trofeos que ennegrecen los rincones de los edificios josefinos, avanzás varias cuadras y el hedor en el aire es pesado, alcalino, hediondo a cerveza y a orines... insoportable... existen lugares específicos para dejar inmundicias, desechos humanos y recuerdos tirados por la noche... las filas de taxis parecen adormideras, hiedras aferradas a las orillas de los prostíbulos disfrazados de casinos y de hoteles de tres y cinco estrellas. Observás a las prostitutas borrachas que salen en tropel unas abrazadas a las otras, es ganado “buscando puerta”... Risas, clarea aún más, los azules de madrugada se hacen más intensos, las prostitutas se engarzan por enésima vez entre risas y en medio del jolgorio desean encontrar pronto un taxi. Es un regimiento o varios regimientos que son afluentes de la cloaca mayor, salen a la luz pública (no les queda otra opción) para ir a buscar sus madrigueras, esconderse de la luz matinal. Primero son las putas en sus diferentes categorías, desde la puta de rincón de esquina hasta la puta de casino y de pasarela, más acá los travestis que fabrican los “deseos prohibidos” de empresarios, de políticos y de hombres casados, y bordeando más miseria los putos-gay (no son travestis), que aparecen en los parques y desaparecen en la niebla o en el rocío de la madrugada; a los putos-gay vos les llamás los “tiovivos del placer”: giran y giran sin rumbo fijo por cuadrantes del Valle de las Muñecas, pero en ocasiones no son visibles. Ahora pensás, ahora que de negro, ahora que de luto reiniciás las sombras más allá del sol que está a punto de reventar en el horizonte... pero retomás la idea primera del San José central... las imágenes emergen en la noche... y también están las niñas de la calle: las ninfas, ninfetas, nínfulas, ovejas sonámbulas que se engarzan unas con otras para el pastoreo del Sátiro, para el Polifemo dormido de la cueva, para el laberinto del verdugo... y desfilan ante tus ojos: los Hacedores de la Noche, los magos del espejismo, de la fantasía, los que drogan el sufrimiento... pero a vos te agrada, porque te gusta la inmundicia, el chapoteo en la ciénaga... el chapoteo en el lupanar... lo asumís... parte de tu indumentaria cotidiana...
Shhhsss... SSShhhsss silencio...


(4)
Opuestos

¿Y tu archienemigo Henry escapa? Lo viste ayer por la TV, dijeron tantas cosas que esbozás una sonrisa y te decís que era de esperar, que los medios de comunicación son así: hacen de cualquiera un héroe o un canalla y... un asesino.
En el pináculo de tu sabiduría y tu infamia no le augurás nada bueno o nada agradable al torpe de Henry.
Sospechaste de la huida, intuiste que el diálogo está inconcluso y que entonces te buscará... recordás la lectura de los textos medievales... recordás que el primer golpe lo mandó Henry y que vos devolviste el golpe esperado ahogándote en las sombras y te escabulliste a lo más profundo de la tiniebla. Lo que sucedió después es historia.

***

Para un canal de televisión burdo y chabacano no les importó mostrar imágenes macabras de la prostituta ensangrentada y asesinada, casi un reality show para ganar audiencia, la audiencia es lo más importante y a vos eso te convenía, que alguien señalara con el dedo el presunto responsable: al pobre de Henry, al mediocre de Henry. Entonces las pasiones se desbordaron: unos a favor y otros en contra de Henry pero... no es algo que te preocupe, mucho menos que te atormente. Eso fue con el primer asesinato o los primeros asesinatos acusados a Henry, los asesinatos de las prostitutas. Hoy los crímenes son iguales de violentos pero con huida de los responsables... unos locos asesinos, escapados de un sanatorio para enfermos mentales.
Mirás, observás, analizás las posibles repercusiones policíacas que tendrán los noticiarios... nada... Se dice en la televisión que los “hechos de sangre” son investigados con morosidad... un periodista lo critica... ¿es postergada la investigación “porque la precipitación es mala consejera”?... ¿Se precipitó Henry con vos?... En la televisión se hace un análisis con perfiles de criminales natos y criminales en serie, te da risa y lástima a las conjeturas y conclusiones que –dice un supuesto experto con cara de retrasado mental– pudieron llevar a Henry cometer los homicidios en el psiquiátrico... ¡risas y teorías y más risas!, la televisión señala que el compañero de Henry no es tan peligroso, que el peligroso es Henry, pero vos sabés que el razonamiento es equivocado, que el  asesino es Felipe Ossorio, que Henry es empujado, lanzado contra los dedos inquisidores de la estupidez...

Conversatorio sobre EL LABERINTO DEL VERDUGO. LIBRERIA INTERNACIONAL A LA IZQUIERDA EL ESCRITOR COSTARRICENSE CARLOS CORT'ES..



Conversatorio EL LABERINTO DEL VERDUGO. LIBRERIA UNIVERSAL. DERECHA EVELYN UGALDE. PERIODISTA Y ESCRITORA COSTARRICENSE.
En el mall y allí sentado observás un ventanal, observás la imagen de tu soberbia, crees dominar la existencia... en los bordes del tiempo crees atrapar la inmortalidad... respirás hondo. La tarde se derrumba y en los límites de las sombras vos pensás en los cofrades, en las reuniones, en las iniciaciones... pensás en la Cofradía, en la gran hermandad. La tarde se envuelve en ocres y azules. Y en el monte pelado de tu soledad mirás el Valle de las Muñecas... y algo muy tierno y diminuto se quiebra en los muslos de todas las putas del mundo.
(Fragmento PREMIO NOVELA EDITORIAL COSTA RICA 2009).


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