sábado, 29 de octubre de 2011

LOLITA: el EROS PERVERTIDO.

LOLITA: el EROS PERVERTIDO.
Lolita de: Kubrick.






Lolita: director: Andrés Lyne

Para el año de 1980 - y estando en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica- tenía que iniciar mis Consultorios Jurídicos como asistente una vez por semana en la DEFENSA PÚBLICA, y así concluir mis estudios universitarios. No sé, si por la misma materia penal o quizá porque la abogada de la que me tocó ser su asistente, en verdad tenía una fuerte inclinación hacia la literatura, tenía entre los estantes de Derecho y Revistas Jurídicas la novela LOLITA (Debemos de acordarnos que la trama de Lolita cae en la figura penal del abuso sexual contra menor de edad de acuerdo a nuestra legislación Penal). Decía entonces que: la abogada, me recomendó la novela, mejor dicho, me la prestó. Recuerdo su edición: una edición vieja, bastante vieja de tapa suave y bastante ajada. ¿La razón? Había pasado de mano en mano por muchos lectores porque, hasta la fecha es una novela - han transcurrido más de treinta años- imposible de observar en un estante de librería del país. Incluso me comentó que la novela no era suya - pero no importaba-  que me la prestaba. Después me enteré de una curiosidad: la novela pertenecía a uno de los profesores de Derecho Penal que daban clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica.

LA NOVELA: Lolita es un texto erótico dividido en dos partes, escrito por Vladimir Nabokov, en lengua inglesa y publicado en 1955, en París. Por supuesto que desde el inicio la novela fue una novela controvertida y hasta la fecha lo es.
La novela narra a una pre-adolescente precoz (12 años) llamada Dolores y que en "apariencia" es seducida por un hombre adulto y cuarentón.
La trama es interesante, controvertida, bien escrita, sin embargo, pienso que la novela decae profundamente a partir de la segunda parte. La fuerza erótica de la trama de la primera parte se cae como un castillo de naipes en la segunda. Pierde - es mi parecer- toda la intención erótica y perversa- que pueda existir en la primera parte. La novela pasa de una gran fuerza vital y erótica a una simple narración - en la segunda parte- en la que Nabokov no sabe apuntalar ni darle una buen final. Esa es mi percepción. 
Incluso se le ha criticado mucho la segunda parte de la novela señalando  la crítica especializada que: se emplea una técnica dilatoria e innecesaria del relato a una temática - ya de por sí difícil- de un planteamiento ético, moral y filosófico.


Vladimir Nabokov (1899-1977), novelista estadounidense de origen ruso, poeta y crítico, considerado como una de las principales figuras de la literatura universal. 
Nabokov nació el 23 de abril de 1899, en San Petersburgo, en el seno de una familia de la aristocracia rusa. Heredó de su padre la pasión por las mariposas y el ajedrez.


En 1919, la familia abandonó el país para escapar de la Revolución Rusa. Cursó estudios en el Prince Tenishev School entre 1910 y 1917, y en el Trinity College de la Universidad de Cambridge, donde se graduó en 1922 con la máxima calificación. Para ganarse la vida enseñó inglés, fue profesor de tenis, y también creó crucigramas para el periódico ruso Rul de 1922 a 1937. 


Bajo el seudónimo de Vladimir Sirin ganó cierta reputación como escritor de ficción en los diarios de los emigrantes rusos en Berlín, donde vivió de 1923 a 1937. Su novela sobre ajedrez, La defensa de Luzin (1930), consagró a Nabokov como uno de los principales valores de la joven generación de escritores emigrados de Rusia. Durante los cinco años siguientes escribió cuatro novelas y un cuento, entre las que destacan Desesperación e Invitado a una decapitación. Se trasladó a París (1937), entonces huyendo de los Nazis y estuvo allí tres años, lugar en el que comenzó a escribir en inglés. 


En 1940 tarde emigró a los Estados Unidos con su esposa e hijo y cinco años más tarde adoptó la nacionalidad estadounidense. Su primera novela en inglés, Barra siniestra, se publicó en 1947. Énseñó en Stanford durante el verano de 1941 y en Wellesley (1941-48), como especialista en mariposas. A partir de 1948 hasta 1959 dio clases en Cornell. 


Su fama literaria fue discreta hasta la publicación en París de Lolita (1955), obra que supuso su consagración como escritor y que con el tiempo se convertiría en un bestseller atacado por muchos críticos y moralistas. Esta asombrosa novela narra la intensa y obsesiva relación de un hombre maduro con una adolescente precoz, y puede considerarse como un estudio del amor y el deseo sexual.


Durante la década de 1960 se tradujeron a diversas lenguas algunas de las primeras novelas de Nabokov escritas en ruso, como Invitado a una decapitación. Pálido fuego (1962), la novela que siguió a Lolita, fue también muy elogiada. En 1964 publicó, en edición crítica, su traducción al inglés de la novela de Alexandr Pushkin, Eugene Onegin (4 volúmenes). Habla memoria (1966) es un nostálgico relato de su infancia en la Rusia imperial y su vida posterior hasta 1940, las memorias se publicaron originalmente en forma abreviada en 1951, bajo el título de Prueba poco convincente. Rey, dama, valet, escrita en Berlín y publicada en ruso y alemán en 1928, es una parodia de una novela tradicional. En 1969 apareció Ada o el ardor, un ejemplo claro de su obra. En 1973 publicó dos libros: Una belleza rusa y otros relatos, y el ensayo Opiniones contundentes. Estas obras, junto a otras como ¡Mirad a los arlequines! o La dádiva figuran entre las obras maestras de la literatura de todos los tiempos.


En 1959 NabokovNabokov es la tragicomedia compleja, en la que el tiempo y el espacio se condensan o se expanden, y las metáforas y los símiles se entremezclan en un juego incesante. 


Su obra incluye poesía, ficción, drama, autobiografía, ensayos, traducciones, y crítica literaria, así como trabajos sobre mariposas y ajedrez. 


Falleció el 2 de julio de 1977, en Montreux, Suiza.

jueves, 20 de octubre de 2011

ARTURO USLAR PIETRI. ORGULLO PARA VENEZUELA Y TODA LATINOAMÉRICA.

Arturo Uslar Pietri.


link: para bajar la novela: LAS LANZAS COLORADAS
LAS LANZAS COLORADAS.
Si existe un gran escritor latinoamericano es Uslar Pietri y  por supuesto, no tiene nada que envidiarle a los otros grandes del boom. Cuando leí LAS LANZAS COLARADAS, hace varias décadas atrás, no pude de maravillarme del símil que inicia la narración: 

"¡Noche oscura! Venía chorreando el agua, chorreando, chorreando, como si ordeñaran el cielo". 

La narración de Ulsar Pietri es compacta, dinámica, llena de imágenes hermosas:

 "La luz era de lechuza y la gente del mentado Matías venía enchumbada hasta el cogollo y temblando arriba de las bestias. Los caballos planeaban, ¡zuaj! y se iban de boca por el pantanero. El frío puyaba la carne, y a cada rato se prendía un relámpago amarillo, como el pecho de un Cristofué. ¡Y tambor y tambor y el agua que chorreaba! El mentado Matías era un indio grande, mal encarado, gordo, que andaba alzado por los lados del Pao y tenía pacto con el Diablo, y por ese pacto nadie se la podía ganar. Mandinga le sujetaba la lanza. ¡Pacto con Mandinga!" 


El elemento que más me gustó de la novela de Uslar Pietri es la presencia del Libertador Simón Bolívar, que está allí, se respira en la narración y a la vez nunca está presente. Es una atmósfera que persigue a todos los personajes de la novela. Quizá el momento más dramático de la novela es su final: recuerdo estar sentado en la sala de mi casa  leyendo y esperando que el personaje "Presentación Campos" que está en la cárcel pueda mirar al libertador aunque sea una sola vez, sin embargo, esto no sucederá. El efecto de la narración es único, angustiante, estremecedor, son pasajes inolvidables de obras literarias que me han marcado de por vida. Transcribo para los amigos blogueros el último capítulo de las LANZAS COLORADAS: 


"XIII
Lo envolvía un ruido sordo y poderoso, como si estuviera a la orilla del mar. Como si viniera emergiendo desde el fondo del mar hacia la superficie.


El movimiento con que había sido transportado hasta entonces cambió de pronto. Empezaba a poder distinguir las voces, pero mezcladas en una niebla de ruido. Alguien, cerca había dicho algo que no entendía. Otro más próximo lo volvió a repetir; otro, aún más cerca. No podía entender.


Por último, como si se lo estuvieran diciendo bajo en el oído, se le reveló claro el sentido de las palabras.


—Bolívar viene.


Oía entre la marejada de ruido muchas voces.


—Vamos a acampar en la hacienda.




A fuerza de oírlas repetir, las palabras cobraban lentamente significación.


—No seguimos viaje.


—El general Bolívar viene.


—Bolívar viene.


—El Libertador viene.


Una palabra que sonaba más clara entre las otras: Bolívar. Con esfuerzo enorme, como para alzar un toro, abrió los ojos. La luz lo deslumbró.


Él era todavía Presentación Campos. Pero ya no estaba a caballo. ¿Y la lanza? Buscó la lanza, pero al moverse un dolor espantoso lo venció.


Estaba herido.


Iba en una hamaca como los heridos.


Más allá de la hamaca veía el hombro poderoso del soldado que cargaba el extremo delantero del palo, y más allá otros soldados, a caballo y a pie, con armas, y en medio de ellos, rodeados por ellos, hombres de cara feroz, desarmados. No veía a los que estaban hacia atrás, porque no podía volver la cabeza. Más allá de los soldados, el campo verde, y, en el fondo, unos cerros azules.


 No acertaba a saber dónde estaba, ni entre quiénes. Se recordaba a caballo en la batalla, cargando con la lanza; después aquella calle por la que se había precipitado sobre un grupo de hombres. Recordaba haberse caído. Más nada.


Aquellos hombres hablaban de Bolívar. No oía gritos, ni tiros, y estaba herido. Debía estar preso. La sola idea de estar herido y preso lo exasperó. Quiso gritar, levantarse, huir. Intentó moverse, pero el dolor de garras finas le hizo perder de nuevo el sentido.


Ahora era un olor desagradable.


Olor de trapo viejo, de cueva, de mal aire. Debajo de la mano sentía la tierra húmeda y fría. Abrió los ojos.


Estaba en la sombra. Por la ventana pequeña y enrejada entraba luz y se veía una rama. Estaba solo. Creía encontrarse todavía entre los hombres extraños, y estaba solo. Comenzaban a tornarle las rachas de recuerdo.


Él era Presentación Campos. Estaba echado en tierra sobre una cobija. En la tierra húmeda. "Carvajala", ¿estás ahí? Todo silencioso.


Aun cuando las heridas le dolían profundamente, lograba articular palabras. ¡"Carvajala"! Los rincones estaban cubiertos de sombra y olía muy mal. ¡"Carvajala"! Ella estaba siempre al pie de la cama. Era una mujer buena. La habría llamado el coronel Zambrano. ¡"Carvajala"!


¡Bolívar viene! ¿Quién lo ha dicho? Recordaba haberlo oído. Recordaba la hamaca, el camino. Viene:


Iba a verlo. El hombre por quien se hacía la guerra, contra quien hacía la guerra, a quien iba a derrotar. Tal vez lo habrían derrotado ya. Quizá venía preso. ¡Preso!


Él era el que estaba preso. Preso y herido, en aquella cueva. Lo habían hecho preso los insurgentes. Ahora lo matarían y más nunca podría volver a la guerra. El mal olor continuaba molestándolo. Era un hedor particularmente repugnante.


El olor del dormidero de los esclavos. Olor de carne floja y hedionda.


Recordaba "El Altar".


Cuando pasaba por la puerta del repartimiento en "El Altar". Olía lo mismo. Y era bajo, y grande, y oscuro, lo mismo. Y con un tragaluz pequeño. Tuvo la evidencia de estar en la hacienda. Aguzaba los ojos y reconocía la habitación. Eran las mismas paredes. El mismo techo. Estaba en el repartimiento de los esclavos de "El Altar". Estaba tirado en el suelo, como un esclavo. Se sintió lleno de desesperación


La misma luz que afuera iluminaba el trapiche y el campo, y las distancias verdes y solas, y la ruina negra de la casa incendiada.


— ¡Esclavo cobarde!


¿Quién hablaba? Estaba sobre la tierra como un esclavo. Se veía el brazo desnudo. La carne oscura como la sombra, como la tierra, la carne florecida de heridas. La cabeza llena de ruido. Todas las avispas, todas las abejas, todos los zancudos están en la sombra; todos los zancudos, todas las avispas, todas las moscas son la sombra; todas las mariposas que empalagan; las mariposas no son la sombra, ni el agua, ni los caballos, ni los relinchos de los caballos.


— ¡Esclavo cobarde!


¡Ah!, doña Inés. ¡Inés! Él tiene la carne oscura, pero Inés desnuda era toda blanca. Ellos creían que eran los amos, pero el amo era él.


Doña Inés que cantaba canciones de amor, don Fernando que hablaba de la República, el inglés que creía que la guerra era como sacar una cuenta. El amo era él. Podía violar las mujeres, incendiar las casas, matar los hombres. Era un macho. Yo haré real en la guerra, "Carvajala".


Los godos tienen una bandera colorada y gritan: "¡Viva el Rey!". Los insurgentes tienen bandera amarilla y gritan: "¡Viva la Libertad!". ¡Ah, Natividad! La patria es un puro suspiro. No hay que enamorarse, sino barajustarle a la mujer. Doña Inés lloraba. Después de tanto gritar, lloraba. "La Carvajala" lloraba.


Las mujeres no saben sino llorar.


Pero estaba herido y preso. Debía estar fuera, libre, con su lanza. Lo habían cogido los insurgentes. Debía estar cargando delante de La Victoria.


—Espíritu Santo, ensíllame el caballo. El caballo calabozo, zaino, grande.


Caballo de coraje, bien bañado, bien peinado; caballo lindo, como mujer bien peinada, como una mujer bien peinada, que llega linda en un caballo lindo.


Bolívar venía. Él también hubiera podido llegar a ser un gran jefe. Lo habían herido, lo tenían preso. Si estuviera sano, si tuviera tropa, si estuviera sobre su caballo, acabaría con Bolívar. Aquel hombre a quien no había visto nunca. Bolívar venía. Lo habían vencido, lo habían derrotado.


Se mordía las manos.


—Ustedes serán mis oficiales; yo soy el jefe.


Tan linda que subía la candela desde los ranchos de paja, en los pueblos enteros incendiados, sobre la casa de la hacienda. Banderas amarillas y rojas entre las llamaradas. Toda la tierra de Venezuela ardía en la guerra. En todas las sabanas los hombres cargaban a caballo con las lanzas cerradas, en todos los confines ardían los pueblos. Estaba en el suelo, herido. Desde el Orinoco, desde el mar, desde el Llano. Toda la tierra, todo el agua, todo el aire. Los hombres batallaban. La candela crece como cuando se quema una casa, y la casa crece con la candela como cuando se quema una montaña, y la montaña...


—Ahora van a ver cómo pelea un héroe.


La lanza fría en el brazo desnudo.


El caballo loco bajo las piernas cerradas. Ahora estaba tendido sobre la tierra húmeda. “! Carvajala"!


!"Carvajala"!


Los diez hombres desde el fondo de la calle se le metían por los ojos.


Todavía oía el cañón. En el ambiente lleno de voces, de ruidos, de recuerdos, se siente suavemente un son de tambor como una menuda lluvia, un son de tambor que entra por el ventanillo con el sol.


Sonido de tambor que se aproxima y estremece las cosas. Voces de mando, movimiento y trote de caballos. Todo refunde en el ruido del tambor.


Se siente desfallecer de debilidad.


Las heridas le producen un dolor exagerado. Si hubiera de morir. No; no quiere morir. No podría ir a la guerra, ni usar su fuerza, ni hacerse un jefe. Si quedara muerto como cualquier pobre soldadito cobarde en aquel sótano de esclavos. Estaba hecho para andar guerreando con sol. ¡"Carvajala"! En tres peleas yo me hago jefe.


— ¡Esclavo cobarde!


"La Carvajala" no le había contado la verdad. Había sido mujer de muchos hombres y se había ido con él por miedo. Ahora lo estaba esperando. Él se iba a morir. Ella lo esperaba.


¡Bolívar viene! Aquel hombre a quien odia tanto, por cuya causa está casi reducido a la muerte. Quería verlo. Si tuviera fuerzas, si pudiera fugarse y matarlo...


Afuera el tambor arrecia y domina todos los otros ruidos. Se oyen a lo lejos voces desaforadas. El movimiento de la tropa se hace más sensible.




Se siente como si desfilara caballería.


La guerra. Ya no puede ir a la guerra. Ahora está inutilizado. La guerra para ganar tierras y dominar ciudades. La guerra contra los insurgentes que hablan de cosas de locos y que serán destruidos. La guerra contra Bolívar. ¡Bolívar viene!


Allá, a lo lejos, se ve a caballo a Boves. Un hombre atrevido. Se ve a caballo a Bolívar. Él no lo ha visto nunca. Una caballería firme al frente. ¡Natividad! ¡Cirilo! ¡Nos fuimos! Éntrele al plomo, éntrele ligero. Los que tienen miedo se quedan, los muertos se quedan, y las manos de los muertos, y las caras de los muertos, y no le entran al plomo.


Unos pelean por el rey y otros por la Independencia. La patria es como las mujeres.


El tambor atruena en el espacio.


Son cuatro, son diez, son veinte tambores golpeados furiosamente. Aquel son estremece la carne y la sangre, enloquecida en el fondo de la carne.


La carne morena como la sombra, como la tierra. Hieden los esclavos, ¡puaj!, hieden a carne hedionda, a tierra hedionda, a animal hediondo, a agua hedionda, a tierra hedionda, de mata hedionda, de día hediondo, de guerra hedionda, de cosa hedionda, hedionda, hedionda, hedionda como los esclavos.


Se oyen voces claras que se despeñan por el hueco estrecho de la ventana y hacen resonar todo el interior.


— ¡Viva el Libertador!


Viene. Presentación Campos siente que está llegando. Que en algunos instantes va a pasar cerca de él, del otro lado de la pared. Un escalofrío le hace vibrar los nervios. Todas las voces, todos los tambores, todos los cascos de los caballos:


— ¡Viva el Libertador!


Viene. Aquel hombre que lo ha obsesionado. Que ha obsesionado toda la tierra de Venezuela. Está llegando. Va a pasar junto a él. Podrá verlo pasar a caballo. Haciendo un esfuerzo le verá la cara por entre las rejas del ventanillo.


El griterío inunda las paredes, el techo, la sombra, y fatiga el delirio del herido. Siente el hervor de la sangre, de la sombra, de la tierra.


Pasan como legiones de alas por el aire. Todo se estremece. Comprende que está llegando algo que no va a ver sino una sola vez en su vida. Afuera las voces llegan al paroxismo. Rueda, rueda y crece, crece como una rueda, y llega. Se aproxima inminentemente.


Resuenan junto a la pared. Llegan a la ventana. Estallan sobre ella.


— ¡Viva el Libertador!


Aquél es el momento. Lo siente llegar. Ha llegado. Está pasando junto a él en aquel instante. Con una fuerza como para llevarse diez hombres con la lanza, empieza a levantarse.


El dolor lo atraviesa. Se alza lentamente. Se va incorporando. Le parece flotar entre los gritos. Está llegando. Va a verlo. Va a verlo a él. Está llegando. Está llegando a él. Ya. Ahora. ¡Ya!


— ¡Viva el Libertador!


Ya los gritos resuenan como dentro de él mismo. Sus ojos lo verán.


¡Ahora van a ver cómo pelea un héroe!


Está en cuclillas en el suelo. Penosamente, lentamente, inacabablemente su mano ha ido remontando, como una cabeza de serpiente, hasta que los dedos verdosos de palidez se cerraron sobre el barrote. Aún falta. La tempestad de voces lo zarandea. El chorro de luz le baña la garra contraída sobre el hierro. Ya sus dedos lo están viendo. Continúa el esfuerzo con una infinita calma dolorosa.


Sube. Ya va a llegar. Falta apenas un tirón más. Todos los tambores giran en el espacio pintarrajeado. Los gritos socavan la tierra. Llega. Va a verlo. Todos los tambores y todos los gritos vuelan. Está allí. Ya sus ojos rozan el borde de la ventana.


¡Aún más! Un infinito frío le golpeó de pronto. El sótano se llena de colores vertiginosos. ¡Don Fernando!


¡Doña Inés! Los tambores han saltado dentro. ¡"Carvajala"! Va a llegar. Un gran frío le cala el dolor de las heridas. ¡A la carga todos! Todavía era Presentación Campos. ¡A la carga todos!


Suavemente dejó resbalar la mano de la reja, y fue a desplomarse sobre la tierra húmeda, la carne pesada de muerte".



Arturo Uslar Pietri
(Venezuela, 1906-2001) 
 Novelista venezolano cuyo interés por su país queda claramente reflejado en su obra narrativa y en su actividad política. Es Doctor en Ciencias Políticas y Económicas y ha sido ministro de Educación (1939-1941) y de Hacienda (1939-1941) y redactor de la Ley de Educación de su país conocida como `Ley Uslar Pietri` (1940). Con el derrocamiento del presidente Medina fue encarcelado y desterrado a Estados Unidos. A su regreso a Venezuela, en 1958, de nuevo es detenido por el dictador Pérez Jiménez. En 1963 fue candidato a presidente de la República. Es miembro numerario de diversas Academias, entre ellas la de Lengua, ha conseguido grandes premios entre ellos el Premio Nacional de su país en 1954 y el Príncipe de Asturias de las letras en 1990. La novela histórica Las lanzas coloradas (1931) representa a la perfección sus primeras obras. En ella, con el fondo de la guerra de independencia de Venezuela, describe los acontecimientos de ese periodo a través de las experiencias de un propietario agrícola simpatizante de Simón Bolívar y de un capataz que apoya la causa de los españoles. El rechazo del autor venezolano a transmitir mensajes sencillos y a estructurar su obra con fines didácticos, la hace especialmente poco convencional. Una novela posterior, Un retrato en la geografía (1962), es un original retrato a la sociedad venezolana que consigue transmitir al lector la alienación humana a través de las impresiones que un prisionero político recién liberado va haciendo del nuevo paisaje social que encuentra a su salida de la cárcel. Publicó también una colección de relatos breves, Treinta hombres y sus sombras, en 1949. Uslar Pietri ha cultivado también el ensayo literario como Breve historia de la novela hispanoamericana (1955). 


 (aporte de lajime)


RESEÑA:
La novela histórica Las lanzas coloradas (1931) representa a la perfección sus primeras obras. En ella, con el fondo de la guerra de independencia de Venezuela, describe los acontecimientos de ese periodo a través de las experiencias de un propietario agrícola simpatizante de Simón Bolívar y de un capataz que apoya la causa de los españoles. El rechazo del autor venezolano a transmitir mensajes sencillos y a estructurar su obra con fines didácticos, la hace especialmente poco convencional. Las Lanzas Coloradas son parte de la nueva forma de novelar que va a imponerse en nuestras Letras. Es la novela del Llano, de los llaneros, de la pampa venezolana. Pero es el Llano que se torna bandera, la caballada guerrera se vuelve cuartel... Un estremecimiento. La guerra a muerte. La guerra sin cuartel. El doloroso nacimiento de la República. El choque sangriento de esclavos y señores. Y todos los problemas en raíz, sociales y políticos... No hay personaje central, hay personajes.
Reseñado por PamiLibros 11/04/2007

viernes, 14 de octubre de 2011

EL OTRO SUECO PREMIO NOBEL DE LITERATURA: PÄR LAGERKVIST





Foto de Pär Lagerkvist.
Link para bajar: "EL ENANO"
Hace más de dos décadas, un amigo director y actor de teatro me recomendó: a Pär Lagerkvist y su obra más famosa "EL ENANO" o al menos la que la crítica literaria considera superior - incluso- a su ya tan afamada "BARRABAS" que, fue incluso llevada a la pantalla grande.
Recuerdo como si fuera hoy cuando la empecé a leer (EL ENANO) una noche en la cama y fue química al instante. Quizá - y no me dá pena decirlo- ya lo he comentado con anterioridad-, los personajes turbios, los personajes que se debaten entre el Bien y el Mal siempre, me han cautivado.
Y EL ENANO posee esa característica en especial: la personificación de la maldad en el alma humana. Todas las obras que bordean los límites entre el BIEN Y EL MAL como: el DOKTOR FAUSTUS de Thomas Mann, BOMARZO de Manuel Mujica Laínez, EL CONDE  DE MONTECRISTO de Dumas, CRIMEN Y CASTIGO de DOSTOIEVSKY, por citar algunos ejemplos, me llaman poderosamente la atención. Todo lo que tenga que ver con la discusión entre el BIEN Y EL MAL, la discusión de lo "moralmente correcto", me suman en un profundo cuestionamiento en mi interior. Esas zonas oscuras del ser humano, la "bestia" que llevamos TODOS dentro y que en muchas ocasiones, nosotros los hombres no podemos doblegar, me inquieta. Quizá por lo anterior, mis dos novelas (Mariposas Negras para un asesino y El laberinto del verdugo) participan con cierto grado de estas zonas oscuras del alma humana.
Todo este preámbulo es para recomendar EL ENANO de Lagerkvist. A todos los lectores que deseen conocer la encarnación de la MALDAD, les recomiendo la obra. Una obra que no los va a defraudar en lo absoluto.


"

El enano de Pär Lagerkvist:

"Mi estatura es de 65 centímetros. Estoy bien conformado, con las proporciones correspondientes, aunque tengo la cabeza un poco grande. El pelo no es negro, como el de los demás, sino colorado y echado hacia atrás de las sienes, y de una frente que más impresiona por lo ancha que por alta. Soy lampiño, pero, fuera de eso, mi rostro es como el de cualquiera..." Así se presenta elprotagonista de esta historia, que tiene como escenario un palacio italiano en tiempo del renacimiento. Esos son los dominios de El enano, quien no es un simple bufón de corte, como él mismo se encarga reiteradamente de aclarar, sino el que en definitiva maneja todos los hilos de la vida palaciega; es el hombre de confianza del Príncipe, el custodio de los secretos de la Princesa... Del enano depende en una buena medida la felicidad de los habitantes del palacio, y resulta ser también el responsable -como se verá a través de la historia- de la tragedia que se desencadena sobre todos ellos".

De este autor dice la wikipedia lo siguiente:

Pär Fabien Lagerkvist (VäxjöSmåland23 de mayo de 1891 – Estocolmo11 de julio de 1974). Escritor sueco, ganador delPremio Nobel de Literatura en 1951. Cultivó poemas, obras de teatro, novelas, cuentos y ensayos. Su obra se caracteriza por el pesimismo, la angustia, la indagación de la naturaleza humana y las constantes alusiones a la muerte.

Contenido

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[editar]Biografía

Pär Lagerkvist nació en 1891 en el seno de una familia campesina de la provincia de Småland. Sus padres eran de educación tradicionalista, con profundas bases religiosas en la fe cristiana. De 1910 a 1912 estudia arte y literatura en la Universidad deUppsala.
Su interés hacia el arte lo llevan a viajar a París, donde estudia arte y conoce el movimiento cubista y expresionista.
Durante la Primera Guerra Mundial, vivió en Dinamarca; allí escribió su primera obra teatral en 1917, llamada El último ser humano, así como Angustia, libro de poesía fuertemente inspirado en la guerra.
A su regreso a Suecia, en 1919 se convierte en crítico de teatro en Estocolmo, donde escribe numerosos ensayos en prensa. Al mismo tiempo, continúa su obra literaria, que le acarrearía una gran aceptación entre el público y una no menor influencia en la literatura de su país.
En 1940 sería llamado como miembro de la Academia Sueca. Ese mismo año recibe el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Gotemburgo, y en 1951 gana el Premio Nobel de Literatura.

[editar]Su obra

La obra de Lagerkvist se caracteriza por una fuerte calidad expresiva, influencia que adquirió quizás en París, donde conoció el movimiento expresionista. Aborda temas principalmente relacionados con la problemática del bien y el mal, que se reflejan en una obra cargada de pesimismo, ansiedad, crueldad, y en ocasiones de moralidad religiosa.
Entre los temas centrales de su obra se encuentra la cuestión fundamental del bien y del mal, que el autor examinó a través de figuras como el verdugo medieval,Barrabás, y el Judío Errante. En su moral, usó motivos y figuras de la tradición cristiana sin seguir las doctrinas de la Iglesia.
Algunas de sus obras publicadas en castellano son:
  • Angustia (Ångest, 1916), libro de poesía donde Lagerkvist, lleno de pesimismo, denuncia la violencia de la humanidad en las guerras, y la inutilidad de las mismas.
  • La Eterna sonrisa (Det eviga leendet, 1920), cuento fantástico que hace un balance de la vida cotidiana, aborda la inutilidad del materialismo, la necesidad del afecto y de un ser rector, así como la arrogancia del hombre pese a su fragilidad, y la superioridad de la muerte sobre los hombres. En esta obra, la muerte, con su sonrisa eterna es la verdadera gobernante de la humanidad. Los muertos, que son los protagonistas de esta historia, se sientan a conversar acerca de sus vidas, muchas veces mediocres, de sus virtudes y de sus defectos.
  • Estas cuestiones vuelven a ser tocadas en Historias Malignas (Onda sagor, 1924), colección de cuentos cortos llenos de ironía en donde Lagerkvist muestra su miedo ante la probable existencia de Dios, la banalidad de las personas ante la moral, el miedo a la muerte, y la falta de sentido de la vida. En una de estas historias, un niño se atemoriza de que exista un ser eterno, omnipresente e inquisidor ante el que no existe defensa alguna. En otra historia, la gente se divierte cuando presencia un suicidio que incluso es trasmitido por televisión.
  • El Enano (Dvärgen, 1944), es una obra donde el protagonista, un enano bufón de la Italia renacentista, es la encarnación del mal, extremadamente cruel, ama la guerra y desdeña las debilidades humanas. Un ejemplo de la gran maldad que se puede albergar en el alma y la ruptura de la línea entre lo humano y lo bestial.
  • El Verdugo (Bödeln, 1933), expone el simbolismo del verdugo que ejecutaba la pena capital en la edad media. Es una crítica al totalitarismo, al racismo, a los actos de lesa humanidad, y en concreto al nazismo. El verdugo simboliza al poder de la muerte y el odio, una especie de cristo salvador inmortal que encumbra a unos a costa de la muerte de otros, mientras que Dios es un ser lejano de piedra totalmente inactivo.
  • Barrabás (Barabbas1950) es quizás la novela más famosa de Lagerkvist. La novela se basa en la historia bíblica de la liberación del ladrón Barrabás en lugar deJesucristo. El escritor imagina la vida de Barrabás después de su liberación. El criminal cree que fue salvado para difundir el mensaje de Jesús, pero en su lucha religiosa no entiende el porqué de las persecuciones ni la inacción de Dios para evitarlas. La obra fue llevada al cine por primera vez en 1953 con la dirección del director sueco Alf Sjöberg y en 1961, con Anthony Quinn de protagonista y dirección de Richard Fleischer.


sábado, 8 de octubre de 2011

JOSÉ TRIGO: la estructura novelística y el lenguaje subordinado al relato.







¿Fernando del Paso? La primera vez que oí hablar de él (de Fernando del Paso) fue por medio de un amigo mío que a su vez es amigo de su sobrino Joaquín Rodríguez del Paso. Al final - y como sucede en nuestra pequeña patria- su sobrino Joaquín se hizo amigo mío. La curiosidad aumentó cada vez que Joaquín nos hablaba de su tío escritor. Y sí... desde el principio me gustó su prosa. El primer libro que leí fue JOSÉ TRIGO. Su sobrino me contó algunas anécdotas del cómo su tío escribía en un sótano en su casa en Inglaterra cuando fue locutor de la BBC y Joaquín estuvo con él un año viviendo. Y de ahí en adelante me he hecho un FANÁTICO de su prosa, su erudición y su formación poética. JOSÉ TRIGO, es claro ejemplo de lo anterior. Es cierto, también que JOSÉ TRIGO es un texto o una novela difícil pero,  que hechiza. La forma de narrar en JOSÉ TRIGO rompe con las estructuras clásicas de la narrativa tradicional y también es un HITO en las LETRAS MEXICANAS. Pienso, que no existe otro escritor mexicano con la fuerza narrativa y poética de don Fernando. 
Del Paso es personalísimo, inimitable, de ahí que no tenga discípulos - al menos con José Trigo- o escritores jóvenes que hayan querido emular su prosa.
La edición que tengo en mi pequeña biblioteca es de SIGLO XXI EDITORES en su sétima edición de 1982.






 En la contratapa se lee lo siguiente: "JOSÉ TRIGO (novela) por Fernando del Paso. Partiendo de una reestructura radical del lenguaje y de sus posibilidades expresivas, usando con riqueza y libertad absolutas las dimensiones temporales y espaciales, del Paso nos cuenta la vida de José Trigo y con ella la de los trenes que  salían y llegaban a la estación de Nonoalco-Tlateolco. Pero sobre la anécdota misma su personaje, simultánea con la recreación del ambiente ferrocarrilero en un momento determinado de la vida de México, el autor ha construido una evocación total de la historia de su país, desde sus orígenes hasta el tiempo presente. "José Trigo", como muy  pocas obras en la literatura universal, está concebida dentro de una ambición de expresar en forma absoluta, con todas sus ramificaciones, con toda la fecundidad expresiva del mito milenario, un instante del tiempo sobre la tierra. Cada hecho, cada accidente en la vida de los personajes de esta novela está referido a una inconmensurable dimensión histórica, tiene un amplio econ en las entrañas mismas del mito que nutre y define la presencia de México en el mundo. Fernando del Paso nace en 1935; publica en 1958 "Sonetos de lo diario" en Cuadernos del Unicornio. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores. Durante más de siete años toda su tarea se concentra en esta novela que inicia la serie "La creación literaria" del siglo XXI"

 Acá en Costa Rica, es de difícil acceso la novela, supongo que no así en otros territorios latinoamericanos. En verdad que la recomiendo. Espero que mis amigos blogueros la puedan obtener.
J. Méndez Limbrick.

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LOS PLACERES DE LA LITERATURA LATINA PIERRE GRIMAL FRAGMENTO

 CAPÍTULO I La primera poesía La literatura latina comenzó con la poesía, que debutó al mismo tiempo que la epopeya y el teatro. Hay múltipl...

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